De acuerdo con datos de Naciones Unidas, la futura población planetaria sería para el año 2030 de 8 mil 600 millones de personas, estimándose que el consumo global de carne aumente un 14% hasta el año 2030. En comparación con los niveles medios de 2018 a 2020, según el informe otro de las Naciones Unidas titulado "Riesgos climáticos en el sector agrario".
A su vez, para el año 2030, se espera que la carne de ave represente el 41% de los productos cárnicos globales, y la carne de vacuno el 20%, se estima que la producción de carne de vacuno crezca un 5.8% en 2030, en comparación con el periodo de 2018-2020. Ello demuestra, que las proteínas animales continúan abarcando una cantidad amplia de la compra de los consumidores y su alimentación.
Los alimentos mixtos o híbridos (combinados) son básicamente alimentos que no crecen en la naturaleza. En lugar de evolucionar con el tiempo en la naturaleza, se cultivan e injertan con propósitos concretos. Un ejemplo serían las frutas sin semillas, como las sandías, más fáciles de comer.
Tan antiguos como la revolución de la agricultura en el neolítico, los cultivos híbridos se definen como el resultado de cruzamientos entre dos variedades de plantas para la obtención de una tercera que mejore las ventajas de ambas y maximice sus calidades tanto en:
- forma
- color
- sabor
- aporte proteico y nutritivo
Avances en la alimentación: la apuesta por alimentos híbridos
Actualmente, los expertos en estos temas comentan que la industria alimentaria apuesta por soluciones de triple impacto, con sentido económico, ambiental y social.
Se trata de un nuevo enfoque hacia proyectos más necesarios, impulsados tanto por la nueva normativa en materia de desperdicio alimentario como por la mayor concienciación del consumidor.
En este cambio de prioridades los alimentos híbridos pueden desempeñar un papel esencial para una alimentación más sostenible con el planeta. Por ejemplo, en los últimos años esta tendencia se ha sofisticado buscando nuevos horizontes, como:
- mezclar ingredientes vegetales con parte de proteína tradicional
- frutas que triplican sus propiedades y poseen una extraordinaria resistencia al cambio climático
- leche que sabe igual y tiene sus mismas propiedades pero que no contiene ni una gota de leche real
- alimentos que mezclan las proteínas vegetales y animales
Los avances en el sector de la alimentación apuestan por alimentos híbridos que van más allá y mezclan el interés económico con la preocupación medioambiental. Se trata de una de las tendencias más al alza en el mercado.
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¿Qué indican los estudios?
Entre los países líderes en tecnología alimentaria, el Good Food Institute (GFI) destaca a Israel con un crecimiento exponencial en el sector de las proteínas alternativas. Allí también se investigan nuevas variedades resistentes al cambio climático, la plumegranate, de sabor entre ciruela y granada, pero tres veces más de antioxidantes.
Así como la próxima generación de proteínas vegetales, que será el puente hacia una dieta donde los vegetales tengan mayor protagonismo.
Un reciente estudio destaca que los productos mixtos tienen una mayor aceptación entre los consumidores por ser más familiares a un nivel emocional.
Cabe señalar, que los alimentos híbridos son una interesante oportunidad para que la industria desarrolle alimentos que ayuden a los consumidores a tomar decisiones fundamentadas sin necesidad de hacer concesiones.
Se trata de un movimiento incipiente, pero el hecho de que los analistas de estudios de mercado lo hayan detectado indica que esto es solo el principio de algo que seguirá creciendo.
Innovación y alimentos híbridos
Los datos globales de una consultora de renombre muestran que el número de nuevos productos cárnicos híbridos, a modo de ejemplo, creció un 8 % (tasa de crecimiento anual compuesto o CAGR, por sus siglas en inglés) entre 2015 y 2020, y que el ritmo de innovación se aceleró mucho en 2020.
El enriquecimiento adquiere mayor importancia en los alimentos híbridos, no solo porque muchos productos de origen vegetal contienen cantidades muy pequeñas de algunas vitaminas y minerales.
Así como de otros nutrientes como el omega-3 que se encuentran en la carne y el pescado, sino porque los consumidores a los que van dirigidos seguramente están preocupados por su salud.
Por ejemplo, científicos coreanos crearon un arroz híbrido que ya lleva la carne incorporada. Para crear ese arroz, el equipo no utilizó ninguna tecnología genética, sino que aprovechó la estructura porosa de los granos para albergar las células de origen animal en sus rincones y recovecos, como si rellenaran
los agujeros de un queso.
Ello significa que existe productividad y la capacidad de innovación y adaptación del complejo alimentario a través del impulso de:
- biotecnología aplicada a la genética
- tecnologías 4.0 aplicadas al agro
- bioinsumos agrícolas y ganaderos
- aditivos e ingredientes con funciones tecnológicas de origen biológico
- alimentos innovadores
- adopción eficiente de recursos agropecuarios.
En conclusión, también podemos hacer otra pregunta: ¿El alimento del futuro llegó para quedarse?
(*) Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad del autor y no comprometen a la institución en la cual se desempeña.
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