Alimentarnos de forma sostenible es el reto del futuro, pues según el Reporte “Estado mundial de la agricultura y la alimentación 2021” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), garantizar el acceso a alimentos suficientes para una dieta saludable, en todo momento, es una dimensión clave de la resiliencia de los sistemas agroalimentarios por medio de los agrónomos.
Para lograrlo se necesita de un esfuerzo colectivo que incluya a una cadena de valor que esté involucrada en todo el proceso “del campo a la mesa”, y que se encargue de disminuir el impacto ambiental y fomentar la sostenibilidad.
El sistema alimentario incluye la producción, el transporte, todos los establecimientos de venta, los consumidores, el impacto en el entorno de producción, entre otros.
Existe una diversidad de protagonistas en este sistema que permiten que haya alimentos a nuestro alcance, poniendo como prioridad, a la par, el cuidado de la naturaleza.
Por ello, debemos voltear a ver a quiénes se encargan de cuidar la salud y viabilidad del suelo, que es el recurso más importante, para garantizar la seguridad alimentaria. En esta línea, los ingenieros agrónomos:
- Revisan que los nutrientes de la tierra sean los adecuados para obtener cultivos sanos y fuertes, es decir, los médicos de los alimentos y aliados de las y los agricultores.
- Gracias a su labor no sólo se están cultivando los mejores alimentos con los nutrientes necesarios, sino, además, se está fomentando un futuro alimentario positivo para la naturaleza y la sociedad.
El papel de los agrónomos para lograr cultivos sanos y fuertes
Mediante el estudio y análisis del suelo se pueden aprovechar de mejor manera los recursos, con un doble beneficio:
- Reducir la huella ambiental de la industria de alimentos.
- Garantizar que cada miembro de la sociedad tenga acceso a una alimentación variada y llena de nutrientes.
En el marco del Día del Agrónomo (el pasado 22 de febrero), se ha reconocido la labor que estos embajadores del campo realizan con la intención de que cada vez sean más las personas con una capacitación adecuada.
Son quienes tienen más claro la importancia de priorizar el cuidado del suelo y rehabilitarlo para mantenerlo productivo el mayor tiempo posible y así, evitar la expansión agresiva a nuevas áreas.
De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), si las sociedades continúan con sus formas actuales de producir y consumir, hacia 2030, la seguridad alimentaria mundial y la habitabilidad misma del planeta estarán en un punto crítico.
En este sentido, la agricultura regenerativa juega un papel fundamental en el camino de la humanidad de cara hacia 2030 y en ésta, los agricultores y agrónomos, protagonistas clave de llevarla a cabo, deben trabajar, codo a codo, para fomentar un cimiento seguro que garantice un futuro alimentario sostenible para cada miembro de la sociedad.
En ese sentido, desde el sector privado se trabaja con compromiso, innovación y transparencia para que todos a lo largo de la cadena de valor alimentaria sean aliados con la intención de que juntos evolucionen a un sistema alimentario integral que apoye a todas las personas, a su prosperidad y al planeta.
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