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En este artículo:
- Mercado de consumo de té en México y el mundo
- ¿A qué se debe la popularidad actual del té?
- Tendencias que impulsan el consumo del té
- La variedad del té como oportunidad de crecimiento
- Retos de la industria del té: la Camellia Sinensis y su resiliencia
- ¿Qué tan regulado está el mundo del té?
- Consumo de té en México
- Sustentabilidad y transparencia en la industria del té
- ¿El té es tan bueno como se dice? ¿qué tanto se debe confiar?
- Innovaciones que se esperan en el mundo del té
En el Día Internacional del Té, resaltamos la importancia de esta bebida que ha acompañado a la humanidad desde el año 2737 a.C.; considerada, la segunda más popular en el mundo, tan solo por debajo del agua simple.
Contrario a lo que podría pensarse, no toda bebida caliente es un té en realidad. Estrictamente, sólo se llama té al producto de la Camellia Siensis var. Siensis o Assamica, que al seguir distintos métodos de procesamiento se transforma en té blanco, verde, amarillo, oolong, negro u oscuro.
Designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019, cada 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té con el propósito de ampliar la demanda de esta bebida a nivel global. Desde luego, esta labor implica apoyar a los productores dedicados a su elaboración y hacer énfasis en su producción y consumo sostenibles, como acciones de cambio ante el hambre y la pobreza.
Particularmente, este 2024 la misión de la FAO relacionada a esta efeméride se enfocará en las mujeres y su papel en el sector del té:
Mercado de consumo de té en México y el mundo
La historia del té está profundamente ligada a corrientes filosóficas y a prácticas que pretendían refinar su preparación y consumo. Aunque en sus orígenes solo tenían acceso a él personas de alto nivel jerárquico, actualmente se disfruta sin distinciones de este tipo y se ha propagado por todo el mundo.
Hoy en día, la industria del té se encuentra en auge. Según reporta Mordor Intelligence, en 2023 su mercado llegó a valorarse en 51,26 mil millones de dólares (mdd) y se estima que para 2028 alcance los 67,69 mil mdd, creciendo a una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,72%.
Este impulso que la industria del té ha experimentado se debe a múltiples factores. En entrevista exclusiva para The Food Tech, Andrés Jurado, Director General de Corporativo TIANTÉ, compartió algunos puntos que han contribuido a que se dispare el consumo de esta bebida en años recientes:
“El té ha tenido una evolución muy interesante; al principio, su crecimiento en algunos países estuvo guiado por temas de salud y wellness, pero definitivamente en los últimos años todo el tema de del té, las tisanas y las infusiones desde un punto de vista más divertido ha crecido mucho; con esto me refiero al mercado de bobba teas, tés con tapioca y jellys, cosas de ese tipo”.
¿A qué se debe la popularidad actual del té?
El té ha ido ganando adeptos fuera de los países en los que se produce como parte de la cultura y tradiciones originarias del lugar. Entre los motivos por los que un mayor número de consumidores ha comenzado a incorporarlo a su ingesta habitual se encuentran:
- La búsqueda de bebidas sin alcohol que además estén libres de azúcares añadidos.
- La variedad de sabores y presentaciones en las que se puede encontrar.
- La diversidad de preparaciones que el té ofrece para distintos momentos de consumo.
- La oportunidad que brinda para acercarse a otras culturas a través de experiencias de consumo.
- Los beneficios relacionados a un mayor bienestar físico y mental.
“Consideramos que el té es una bebida sana en función de cómo lo prepares; por otro lado, tiene una carga energética por su contenido de cafeína. Además, su consumo también está relacionado con distintos momentos, pues en muchos de los países donde más se consume té, existe un momento del día en que se bebe y esto forma parte de su cultura. En Inglaterra es así, evidentemente en Medio Oriente y en Asia también”, apuntó Andrés Jurado.
Por su parte, Cecilia Corral, Directora Académica de la Escuela Mexicana de Té, señaló a los componentes de la Camellia Sinensis como otros de los atractivos ante una comunidad de consumidores cada vez más informados sobre lo que comen y beben:
“El té tiene muchísimos aminoácidos y polifenoles que aportan beneficios a la salud. Es una planta con muchos antioxidantes que también tiene equilibrio entre la cafeína, que te estimula y te despierta, y un aminoácido llamado L-teanina, que relaja el sistema nervioso”.
Tendencias que impulsan el consumo del té
Aunque los componentes del té se han asociado a beneficios tanto físicos como mentales, el interés por llevar una vida más saludable no es la única razón por la que los consumidores eligen este tipo de bebidas en la actualidad. Así lo explica Cecilia Corral:
“La parte de salud en algún momento ayudó, pero tampoco es que todos los que consumen té lo hacen solamente por eso. Hay muchas otras bebidas que también tienen componentes saludables, lo que sucede con el té es que se está usando mucho en mixología, con bobbas, con leche y otro tipo de bebidas que hacen que no se ligue sólo a un malestar o enfermedad”, compartió.
Esta demostración de que el té puede ser una bebida divertida para acompañar cualquier ocasión y comida ha ayudado a despejar la creencia de que solo se debe acudir a él en casos de enfermedad o malestares.
Durante algunos años, existió de forma errónea, la creencia de que se trataba de una bebida exclusiva de personas mayores; sin embargo, la realidad que se vive actualmente poco tiene que ver con eso.
“Una tendencia importante del mercado tiene que ver con que muchos jóvenes y niños están consumiendo té en sus distintas presentaciones. Por si fuera poco, el té empieza a ser parte de la gastronomía no solo como bebida, sino también como un ingrediente que acompaña grandes platillos. Eso acerca al producto a distintas generaciones, en distintas formas de consumo para distintos momentos, y ayuda a que el mercado crezca”, señala Andrés Jurado.
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La variedad del té como oportunidad de crecimiento
Ante un panorama en el que la cultura del té ha ido desarrollándose en muchos polos productivos, se podría llegar a pensar que la especialización en el tema haría más complejo su entendimiento y preparación; afortunadamente ocurre lo contrario.
“El tema es hacer que el té sea una bebida cada vez más sencilla de preparar. Por un lado, sus métodos de preparación tienen una connotación muy linda en el sentido del ritual que implica su preparación sin hablar de ceremonias; es un momento de pausa”, reconoció Jurado.
“Por otro lado, también es muy bueno que existan métodos ágiles de preparación, para que el té pueda ser consumido de forma más sencilla. Consideremos que no todos los tipos de té están diseñados para tomarse todo el tiempo; creo que en el mundo occidental y en el ritmo de vida occidental, si no adaptamos el producto al estilo de vida, el producto tiende a desaparecer”, agregó.
Entre las presentaciones de tés que se encuentran hoy en día en el mercado podemos encontrar:
- Cápsulas
- Distintas presentaciones de sacos, cada vez con más calidad
- Hojas sueltas
- Tés en polvo que se incorporan a una botellita de agua, los agitas y están listos para beber
Retos de la industria del té: la Camellia Sinensis y su resiliencia
Por más que la industria del té se encuentre en ascenso y cada vez forme parte de los hábitos de un mayor número de consumidores alrededor del globo, no todo son buenas noticias para los adeptos a esta bebida.
“No podemos olvidar el origen del té; es un producto agrícola y uno de los retos más importantes para su industria es el impacto ambiental que genera la producción de té a gran escala a nivel mundial. Muchas de las fábricas o de las plantaciones más grandes están poniendo atención en este sentido para mitigar el impacto ambiental”, compartió Andrés Jurado.
“Creo que otro reto muy importante tiene que ver con el tema social que hay en torno a la a la cosecha y la producción de té. Como lo veo, en términos de manufactura no hay tanto problema porque mucho del té que se consume en el mundo se produce a nivel industrial, con máquinas y operarios, con estándares internacionales de producción. Pero muchas veces, en la cosecha llega a haber explotación laboral, sobre todo en lugares donde por las circunstancias topográficas, el té se tiene que recolectar a mano”, agregó.
“Evidentemente el uso de pesticidas, fungicidas y fertilizantes también es importante, pero también creo que son situaciones que no solo ocurren en el mundo del té, sino en todos los productos agrícolas, y en ese sentido, los consumidores tienen un papel importante al seleccionar el tipo de productos que quieren consumir y entendiendo que las producciones que tienen menor impacto ambiental tienen menor rendimiento por hectárea, lo que implica que los productos sean más caros”.
“Los consumidores son los agentes de cambio en función de que estén dispuestos a pagar un poco más por productos que generen menor impacto ambiental y social. El té no está exento de esta situación”, puntualizó.
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¿Qué tan regulado está el mundo del té?
Más allá del Acuerdo por el que se determinan las plantas prohibidas o permitidas para tés, infusiones y aceites vegetales comestibles, en México existen normas como las siguientes, que tienen impacto directo en el mundo del té y las infusiones:
- NOM-218 sobre Bebidas saborizadas no alcohólicas, sus congelados, productos concentrados para prepararlas y bebidas adicionadas con cafeína.
- NOM-051 sobre especificaciones generales del etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados.
Sin embargo, al tratarse de buscar regulaciones y certificaciones que estandaricen procesos a nivel mundial, la situación es un poco intrincada:
“No existe un organismo a nivel mundial que regule todo el tema del té y eso es lo que lo hace un poco complejo. A lo largo de los años se han creado asociaciones e institutos que buscan crear conciencia en este sentido, como el Ethical Tea Partnership, que busca que, tanto países productores como empresas se afilien y mejoren sus prácticas. Son iniciativas que pretenden mejorar el trato a los trabajadores y tener más cuidado en las prácticas ambientales”, compartió Cecilia Corral.
“Algo importante por considerar es que en la producción mundial del té intervienen organizaciones privadas internacionales para asentar lineamientos respecto a aspectos sociales y ambientales. Es un tema que ha ido creciendo, y por fortuna, cada vez nos podemos topar con mayor número de sellos; en este sentido, las organizaciones son punta de lanza para generar una mejor dinámica”, añadió Andrés Jurado.
Otro ejemplo de estor organismos es el de Rainforest Alliance, una organización internacional sin fines de lucro que vela por la intersección de los negocios, la agricultura y los bosques para que prosperen juntos en favor de la biodiversidad y el medio ambiente.
La regulación homologada en la industria del té no solo mejoraría los puntos ya mencionados, sino que además ayudaría a prospectar un mayor crecimiento del sector en torno a la Camellia Sinensis en el mundo entero. Retomando el ejemplo de Rainforest Alliance, en 2022 reconocieron a Kenia como su máximo productor de té certificado, con 566.394 toneladas certificadas.
El impacto de la producción, exportación y consumo de Camellia Sinensis es tan importante en dicho país, que “de cada 10 personas con trabajo, 8 de ellas desempeñan actividades relacionadas al té; muchas veces no ocurre directamente en la producción, pero llegan a transportarlo o realizan otras actividades asociadas a él”, informó Cecilia Corral.
Incluso, Agence Ecofin llegó a reportar en marzo de 2024 que la industria del té aporta el 2% del PIB en Kenia. En años anteriores esta cifra llegó a posicionarse en el 4%, el mismo porcentaje que hoy en día aporta la industria de vinos y licores al PIB en México.
En el mismo informe de Rainforest Alliance mencionado arriba, el siguiente país con mayor número de toneladas métricas certificadas fue India, con 192.083 tn. En este caso, la Tea Board of India funge como el organismo gubernamental que regulan el cultivo, procesamiento, comercio y exportación de té.
Consumo de té en México
Por su biodiversidad y sus tradiciones milenarias, México tiene una antigua conexión con la herbolaria. Sin embargo, como quedó explicado al principio de este informe, esta disciplina es distinta a lo que se relaciona con el té, a la Camellia Sinensis.
Todo lo demás que por tradición nombramos té, se trata en realidad de una tisana de distintos orígenes: herbal cuando proviene de hierbas, floral cuando se trata de flores, e incluso puede hacerse con especias y raíces.
Sin embargo, tanto los tés como las tisanas son infusiones; en ambos casos se extraen sus compuestos volátiles en agua. Asimismo, cuando la Camellia Sinensis en cualquiera de sus versiones se acompaña de algún otro ingrediente considerado tisana, estamos ante una mezcla o blend de té.
A decir de Cecilia Corral, “el tema de la herbolaria es grandísimo, no solo en México, sino también en muchos otros países. Incluso en China, que es la cuna del té, también tienen herbolaria y aun así están muy bien diferenciadas las cosas. Creo que en muchos países poco a poco se han ido aprendiendo estas diferencias y llamándole a cada cosa como tiene que ser”.
Respecto al consumo de té en México agrega: “hace como cinco años no había nada de información, porque los datos que se encontraban hablaban de bebidas calientes en general: café, chocolate, infusiones, todo junto. Pero desde hace tres o cuatro años ya hay estadísticas, específicamente de té, Camelias Sinensis en México”.
“Tenemos un consumo per cápita de cuatro gramos de té en México. Para darnos una idea, cuatro gramos de té son ¡dos tazas de té al año! El país latinoamericano que más consume té es Chile y ellos tienen un consumo per cápita de medio kilo, así que tenemos un gran potencial en el país”, puntualizó.
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Sustentabilidad y transparencia en la industria del té
Tal y como ocurre ahora con cualquier otra actividad productiva, especialmente cuando está asociada a algún producto que proviene de la agricultura, la industria del té tiene como foco operar bajo esquemas sustentables que permitan su conservación a largo plazo.
“Los mercados más desarrollados como Europa, Estados Unidos y Canadá cada vez ponen más atención en elementos como la sustentabilidad, el origen del té, el estado de sus hojas y detalles del proceso de manufactura. Sin duda ésta es una de las tendencias que vamos a empezar a ver en los años siguientes en mercados emergentes, como el mexicano”, mencionó Andrés Jurado.
“Cada vez hay más consumidores que buscan productos de origen u orgánicos, de mejor calidad. Esto ha ocurrido sobre todo en los últimos diez años de manera significativa. El mercado está creciendo y conforme lo ha hecho ha generado mejores consumidores”, señaló.
“Además, cada vez es más habitual ponerle cara, nombre y apellido al producto que estás consumiendo. Ya no solo es un té verde cualquiera, es el té verde que hizo un productor en particular, en cierta montaña de un origen específico. Así va a ser toda una experiencia, lo que vas a estar viviendo alrededor de una taza o de unas hojas de té”, añadió Cecilia Corral.
A su vez, Jurado remarcó que “también es curioso que, cuando el mercado empieza a sofisticarse, comienza a haber información alrededor del producto que no siempre es fidedigna. Entonces surge la labor de reeducar al consumidor, de bien informarlo, porque empiezan a generarse mitos que es importante aclarar”.
“Dar información real es responsabilidad de todas las partes involucradas en la industria. Muchas veces es tentador, desde un punto de vista comercial, generar mayor información acerca de un producto o potenciar sus beneficios en el papel con tal de vender más kilos o más gramos; pero es importante que seamos serios para no generar desinformación y fomentar que los consumidores se acerquen a fuentes con reconocimiento y respaldo en términos de la información”, advirtió Jurado.
“Como alguien que vende té, quiero traer mejores productos, algo que me parezca increíble. Si no voy explicándole al mercado y enseñándole de qué se trata, entonces voy a terminar trayendo algo que tal vez no era mi intención, creo que conforme el mercado va aprendiendo tenemos mayor posibilidad y responsabilidad de traer productos de mucha mejor calidad y de brindar mucha más información”, complementó Cecilia Corral.
¿El té es tan bueno como se dice? ¿qué tanto se debe confiar?
Si bien, ya aclaramos que el té posee componentes que aportan beneficios, existe cierta tendencia a maximizar dichas propiedades y de esta forma, lo que podía ser un valor agregado termina volviéndose una “anzuelo” para los consumidores que, deseosos por encontrar la mejor opción entre sus compras, acaban confundidos en un mar de atributos que muchas veces obedecen meramente a fines mercadológicos.
Por más que haya estudios sobre los beneficios para la salud que brinda el té (o cualquier otro producto), es importante tomar cada investigación con sus debidas reservas. En el mundo del té, pasa lo siguiente:
“Hay que acotar siempre estos estudios porque generalmente son serios, pero el muestreo es pequeño. Por lo tanto, tenemos que entenderlos en el contexto en el que fueron desarrollados”, aconsejó Jurado.
“También es importante decir que muchos de los países que producen té analizan sus propios tés, ahí podemos encontrar información muy interesante y buena. Solo hay que buscar institutos dedicados a la investigación de té en países productivos, que la información sea de un lugar serio o de alguna universidad reconocida” complementó Corral.
“Por otro lado, también pasa a menudo que se pretende hacer muy especial determinado producto, como querer generar la sensación de que posee una calidad extrema a través de nombres elegantes, cuando en realidad no hay nada que los soporte”, reveló.
“Una tendencia en aumento dentro del mercado de nicho tiene que ver con el origen o el productor. Creo que los que estamos involucrados en la industria, muchas veces nos encontramos con que algún té fue presuntamente producido por el mejor productor de algún lugar y después alguien más dice ser el mejor productor del mismo sitio, cuando en realidad, muchas veces ni se sabe si existe una regla que determine quién es el mejor productor de té en alguna región”, aportó Andrés.
“Creo que hablar de esas cosas de manera genérica es bastante irresponsable. Por supuesto que se puede hablar de que un té es muy especial por determinadas características, pero magnificarlo es otro tema. Otro punto importante respecto a la calidad tiene que ver con la frescura del té”
“La realidad es que, quienes estamos involucrados en el tema y conocemos lo que implica un proceso de importación legal, sabes que la frescura del té puede depender de cuánto invertiste en que el proceso de importación fuera rápido”, compartió:
- Si pides el té por barco, puede ser que tarde dos o tres meses en llegar y que esté expuesto dentro de un contenedor a altísimas temperaturas.
- Si pides el té por avión, llega de un día para otro, en el mejor de los casos lo desaduanas en un mes y el costo evidentemente va a haber sido mucho más alto.
“Muchas veces, los consumidores no tienen presentes este tipo de cosas. No es lo mismo ir de viaje a algún sitio y traer un poco de té en tu maleta para venderlo, que tener una empresa seria y formal, que paga pedimentos, importación e impuestos en torno a una empresa bien establecida”, compartió Jurado.
Innovaciones que se esperan en el mundo del té
Tras sortear las inclemencias del cambio climático y mejorar las condiciones en muchos países productores de té, uno de los mayores retos de la industria se encuentra en mantenerse innovando.
El punto de visualización que el té tiene hoy en día, no se gozaba desde hace años, por lo que la unión del sector es clave para alcanzar nuevo nivel de apreciación.
Estas innovaciones van desde la genética y agronomía, donde se están haciendo análisis sobre los distintos cultivares de Camellia Sinensis para producir tés cada vez más afines a las demandas del mercado. Pero además, se incorpora la tecnología de la inteligencia artificial y el Deep Learning para reconocer y cuantificar su calidad y autenticidad en muchos casos.
Respecto a los distintos métodos de preparación de infusiones que resulten novedosos, la industria tiene un enorme portafolio de productos a desarrollar:
“Creo que vamos a seguir viendo métodos de infusión y de utilizar el té que sean novedosos y distintos, eso es lo más esperanzador, pensando en que estamos adaptando y tomando un producto para apropiárnoslo en distintas culturas”.
“Además, cada vez será más común ver al té no solo como una bebida, sino también como un ingrediente de cocina. Se hará más recurrente ver tés que se muelen y dan como resultado bebidas con colores distintos que se utilizan fácilmente en cocina. Esa tendencia ya lleva un rato y seguro va a continuar; quizá no es del todo una innovación porque ya se ha hecho en ciertos lugares, pero el mercado en Latinoamérica va buscando nuevas formas de integrarlo”, concluyó Cecilia Corral.