Un estudio danés revela que el 47% de los consumidores en Croacia, Grecia y España están dispuestos a probar proteínas basadas en células a pesar de no estar familiarizados con el concepto de carne cultivada.
Investigadores de la Universidad de Copenhague investigaron las percepciones de los consumidores sobre la carne cultivada en estos países y encontraron que la asequibilidad sigue siendo un indicador clave para la probabilidad de compras, ya que el 41% la comprarían por el mismo precio que la carne convencional.
"Nuestros hallazgos sugieren que los consumidores veganos y vegetarianos son más conscientes de la carne cultivada, aunque no serían el mercado principal. Los consumidores que comen cortes frescos con más frecuencia son el grupo con más probabilidades de adoptar este producto cuando están en el mercado", explica Federico Pérez-Cueto, profesor asociado y autor correspondiente del informe.
El 60% de los consumidores percibió que la carne cultivada era amable con los animales, mientras que el 57% consideró que esta tecnología era "antinatural". Otro 45 por ciento consideró que las proteínas basadas en células son saludables y respetuosas con el medio ambiente y el 21% como repugnantes.
Los datos de la industria de carne cultivada
De acuerdo con datos de la industria europea basados en células para el estudio publicado en Nutrients que se recopilaron en línea el año pasado, de entre los dos mil encuestados, se identificaron tres segmentos según el consumo de carne y la variedad, además de un grupo a priori identificado de no comedores de carne.
"Esperamos investigar si los consumidores convencionales de toda la UE adoptarían productos tan innovadores como el primer paso en el cambio dietético hacia las dietas saludables sostenibles, que es promovida por la estrategia de la UE del campo a la mesa y cuál será el papel de este tipo de productos en la transformación del sistema alimentario", dice Pérez-Cueto.
En todos los países analizados, la presencia de tecnologías basadas en células es incipiente. Fue a principios de 2021 cuando España invirtió más de 5 millones de euros para carne cultivada a través de su agencia de innovación. Asimismo, la UE también ha estado invirtiendo en este tipo de investigación a través de proyectos horizonte 2020.
Atraer la inversión como objetivo
Incluso antes de llegar a la corriente principal comercial, la carne cultivada ya ha estado atrayendo el interés de los mercados globales. Esto se evidencia incluso en países cuyas cocinas tradicionalmente abrazan los productos ganaderos.
Aleph Farms, por ejemplo, recientemente entintado un nuevo acuerdo con el peso pesado mundial de la carne BRF para llevar filetes a base de células al mercado brasileño amante de la carne. Esto siguió a una asociación con Mitsubishi para ampliar estos productos en Japón, famoso por su carne wagyu.
Mientras tanto, la carne de pollo cultivada de Eat Just fue iluminada como ingrediente en las mordeduras de pollo a la venta en Singapur en diciembre pasado. La nación insular es la primera en dar el visto bueno a la carne cultivada en un laboratorio tras un riguroso proceso de consulta y revisión por parte de la Agencia de Alimentos de Singapur.
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