Ante el incremento de los precios en todo el mundo, los consumidores siguen en búsqueda de productos que se adecúen más a sus bolsillos y que, además, sean saludables.
- Es por esto que las verduras congeladas ganan terreno en las preferencias al ser una opción más económica, saludable y sostenible.
De acuerdo con la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC), las verduras congeladas juegan un papel clave en la nutrición y la alimentación ya que son bajas en calorías, fuente de vitaminas, minerales y fibra; además de ayudar a la hidratación y favorecer el tránsito intestinal.
Entre las verduras congeladas más solicitadas por los consumidores, se encuentra:
- El brócoli
- Los chícharos
- Las alubias
- La coliflor
- Los pimientos
Para la ASEVEC, estas soluciones se convierten en una más cómoda ya que representan ahorro de tiempo y gasto en la cesta de la compra. Además de que permite tenerlos disponibles listos en el congelador todo el año, sin que se estropeen.
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La diferencia entre verduras congeladas y frescas
Una de las principales diferencias, y la más evidente, es la ultracongelación a la que son sometidas. Dentro de este proceso se congela el producto a gran velocidad, en un movimiento continuo con aire a -40°C para conservar la calidad, sabor y valor nutricional.
Este proceso permite que el producto alcance rápidamente una temperatura de -20°C, con lo que es posible mantener los nutrientes y la textura de cuando estaba fresco”, señaló Álvaro Aguilar, secretario general de ASEVEC.
Al recolectar la materia prima en el momento óptimo de maduración, se evita el deterioro de los productos y se reduce el porcentaje de residuos orgánicos. A esto, hay que añadir que el producto llega al consumidor limpio y troceado, lo que impide que se genere una mayor cantidad de desperdicio alimentario.
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