La impresión 3D podría desbloquear texturas, sabores y contenido nutricional personalizados en los alimentos, pero el costo, la capacidad y la falta de ingredientes imprimibles actualmente impiden que la tecnología se apodere del mercado, explicó un experto en alimentos. “La impresión 3D de alimentos en la actualidad es prohibitivamente costosa y no rentable para la fabricación de alimentos a gran escala”, dijo Robert McGorrin, profesor de la Universidad Estatal de Oregón.
Para que la tecnología esté disponible para uso doméstico en los próximos 15 años, McGorrin indicó que se necesitan algunas cosas. El diseño de los cabezales de impresión para una fácil limpieza por parte del usuario, la flexibilidad de las impresoras para hacer una gama más extensa de productos y, lo que es más importante, la fuente de ingredientes alimentarios que están diseñados para ser utilizados para las impresoras 3D.
La necesidad de estos ingredientes alimentarios imprimibles representa una brecha en el mercado de la nutrición personalizada impresa en 3D. Y es que, en octubre pasado, Colorcon Ventures señaló el potencial de la impresión 3D para crear una nutrición personalizada para los consumidores.
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Impresiones 3D, la revolución de la tecnología alimentaria
Las impresoras 3D construyen formas prediseñadas en un proceso capa por capa a través de una boquilla que deposita materiales en una superficie. Cuando la impresión 3D estaba en sus inicips, el material principal de elección eran los plásticos. Sin embargo, los expertos han investigado la impresión de alimentos.
Hasta ahora, el proceso de I + D ha sido un desafío, ya que, a diferencia de los plásticos y materiales similares, las propiedades de los alimentos no siempre son "lineales", y las fluctuaciones de temperatura diminutas, por ejemplo, pueden alterar por completo la forma en que fluyen los materiales alimentarios.
Aparentemente, las pastas gruesas como el glaseado o la mantequilla de maní han sido las más fáciles de imprimir en 3D. Pero los expertos ahora están explorando otros alimentos, como polvos, sólidos, geles y líquidos. Si los expertos pueden aprovechar con éxito la tecnología de impresión 3D para hacer alimentos, las posibilidades y oportunidades económicas para la industria de la alimentación son innumerables.
Verduras impresas en 3D
Las verduras impresas en 3D son parte de un proyecto desarrollado por investigadores de Singapur. El cual tiene como propósito garantizar que las personas con disfagia, una afección que dificulta la deglución, consuman todos los nutrientes que necesitan. Este nuevo método se centra en el uso de verduras frescas y congeladas para crear “tintas alimentarias” compatibles con las impresoras 3D.
La ventaja de utilizar verduras frescas y congeladas, en lugar de secas, es que conserva mejor sus nutrientes y su sabor. Además, este nuevo método de verduras impresas en 3D es más económico que la mayoría de los métodos existentes. La impresión de alimentos en 3D podría ser una oportunidad para dietistas, tecnólogos de alimentos y chefs.
Actualmente, los profesionales sanitarios utilizan moldes de silicona para servir los alimentos en puré de una forma más apetitosa visualmente. Además de requerir mucha mano de obra y tiempo, este método también requiere almacenamiento. Esta nueva tecnología puede mejorar la productividad mediante la impresión automatizada de comidas.
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