A medida que los políticos europeos se unen para reforzar la capacidad de fabricación nacional de tecnologías críticas para una economía europea más verde y competitiva, las proteínas alternativas no han sido prioridad.
Por ello, es hora de que los responsables políticos reevalúen su enfoque y otorguen el mismo nivel de prioridad a las proteínas alternativas que a otras tecnologías prometedoras.
La próxima Iniciativa de Biotecnología y Biofabricación de la UE representa una oportunidad para sentar las bases para el desarrollo del sector y alcanzar las ambiciones industriales de Europa.
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Proteínas alternativas, una oportunidad estratégica de Europa
En medio de estos debates, las proteínas alternativas como la carne de origen vegetal, cultivada y fermentada, emergen como una potencia silenciosa.
Están estratégicamente posicionados en la intersección de la innovación biotecnológica y la demanda de productos más sostenibles. Aprovechando tanto los métodos agrícolas convencionales como las oportunidades industriales de la biofabricación.
Las proteínas alternativas no solo pueden impulsar a la UE hacia sus objetivos de crecimiento industrial y autonomía estratégica abierta. Sino que también desempeñan un papel crucial en el fomento del uso responsable de los recursos naturales. Y en la reducción significativa del impacto medioambiental y
climático de la producción de alimentos.
Una investigación sugiere que la producción y el consumo de productos animales en la UE representan entre el 12 y el 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero del bloque.
Y un estudio dirigido por la Universidad de Oxford descubrió que el mundo no puede cumplir con sus objetivos del Acuerdo de París sin alejarse de la ganadería convencional.
Escalado de proteínas con la Iniciativa de Biotecnología y Biofabricación
La Iniciativa de Biotecnología y Biofabricación de la UE debe basarse en los siguientes principios y objetivos:
- Elevar las proteínas alternativas, incluida la carne de origen vegetal, cultivada y fermentada, como una prioridad estratégica dentro de la agenda industrial de la UE.
- Fomentar la investigación y el liderazgo industrial a través de la financiación pública.
- Agilice el proceso de aprobación regulatoria.
- Construir un ecosistema europeo integrado de bioeconomía.
- Garantizar la coherencia de las políticas.
Finalmente, Europa se quedó atrás en la carrera por la energía solar y la tecnología de baterías, pero no tiene que ponerse al día en lo que respecta a las proteínas alternativas. Los científicos y empresarios europeos están a la vanguardia de la innovación en productos de origen vegetal, fermentación y carne cultivada.