El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV), desarrollaron un nuevo sistema ultrasónico no invasivo que permite analizar la textura de productos derivados de cereales, como galletas, pan, snacks y pasta, entre otros muchos, sin tocarlos, y en tiempo real.
- Esta tecnología permitirá clasificar productos o rechazarlos si se alejan del estándar de calidad óptimo o adaptar los procesos de elaboración cuando se identifica que las propiedades del alimento no son correctas.
Este nuevo sistema, que representa un ahorro en costos, además de ser de fácil instalación dentro de las líneas de producción, fue patentado de forma conjunta por el CSIC, la UPV y el Centro de Innovación Aplicada de Cerealto Siro Foods.
Con este sistema es posible evaluar y conocer las propiedades de calidad del alimento de forma instantánea en la línea de producción, sin tocarlo en ningún momento. Sería como hacer una ecografía del producto”, explicó José V. García-Perez, investigador del grupo de análisis y simulación de procesos agroalimentarios del departamento de Tecnología de los Alimentos de la UPV.
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El funcionamiento del sistema ultrasónico
De acuerdo con los investigadores, esta tecnología consiste en generar una onda ultrasónica que viaja a través del aire, penetra en el alimento, se propaga en su interior y, de nuevo, a través del aire, se recoge en el receptor para su análisis.
Las propiedades mecánicas del alimento, de las que depende la textura, modifican la velocidad y atenuación de la onda ultrasónica. De ello se pueden inferir las propiedades texturales de interés, y así identificar productos que no cumplan con el estándar de calidad.
La implementación de esta nueva tecnología podría permitir el análisis al 100% de la producción dentro de las industrias de alimentos, lo que podría colaborar para reducir el desperdicio alimentario.
En la línea de producción, los productos circulan a una velocidad elevada y, dada la naturaleza del producto, es imposible emplear técnicas convencionales de ultrasonido con acoplamiento por líquidos o geles. Además, como la superficie de los productos es muy irregular, es difícil lograr una adecuada transmisión del ultrasonido”, concluyó Tomás Gómez, del Instituto de Tecnologías Físicas Leonardo Torres Quevedo (ITEFI).
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