Sustituir aproximadamente el 20% del consumo de carne de origen animal por proteínas plant-based o microbianas derivadas de la fermentación con el azúcar reduciría a la mitad la deforestación y las emisiones de dióxido de carbono asociadas para 2050, explicaron científicos del Potsdam Institute for Climate Impact Research.
Actualmente ya se desarrollan alimentos con fuentes de proteínas de origen vegetal, como la soya, las lentejas, o la carne de imitación o vegetal como el tofu y las hamburguesas de soya. Asimismo, están las proteínas microbianas, que están desarrolladas a partir de una biomasa nutritiva rica en proteínas con textura similar a la de la carne producida mediante la fermentación de hongos en biorreactores.
“La carne cultivada ha recibido mucha atención del público, sin embargo, se encuentra todavía en una fase temprana de desarrollo y con muchas incógnitas, sobre todo en lo que respecta a la composición y los costes del medio de crecimiento”, declaró Florian Humpenöder, del Potsdam Institute for Climate Impact Research en Alemania y primer autor de un estudio que publica la revista Nature.
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Ventajas en la sustitución de proteínas animales por proteínas plant-based
El equipo de científicos alemanes elaboró un estudio para subrayar las ventajas del reemplazo de las proteínas animales por las microbianas utilizando azúcar como materia prima. Los resultados revelaron que al reemplazar el 20% del consumo de carne de vaca por proteínas microbianas en todo el mundo se reducirían hasta un 56% la deforestación anual y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para el año 2050.
Una de las ventajas de este proceso de fermentación es que desvincula la producción de proteína microbiana comestible de las condiciones biofísicas locales, lo que podría ser especialmente relevante con el cambio climático, dice el experto. “Sin embargo, se siguen necesitando tierras de cultivo para cultivar azúcar y alimentar a los microbios”, advierte el científico.
Aunque la sustitución del 20% en consumo de carne produce beneficios ambientales, los científicos señalan que el aumento de los niveles de reemplazo más allá de este punto no daría lugar a un incremento lineal de los efectos de ahorro del uso de la tierra. Los autores predicen que esto puede ser el resultado de la exigencia de los cambios en la estructura de la producción agrícola.
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