Para la Unión Europea, los sistemas de aire comprimido representan la fuente de energía más importante de la industria del envasado de alimentos. Sin embargo, dentro de este sistema existen contaminantes que incluyen agua, en forma líquida o de vapor, partículas sólidas (incluidas las esporas), e hidrocarburos en forma de aerosoles, vapores y olores.
La contaminación por microorganismos se puede transferir del aire comprimido al producto final por medio de aceites minerales, aerosoles o partículas, causando una pérdida considerable de la calidad de dicho producto final. El tratamiento completo de este sistema reduce este riesgo y es un factor importante para obtener un producto de alta calidad.
Una de las principales preocupaciones de la industria alimentaria sobre este sistema es la presencia de humedad, ya que proporciona un hábitat perfecto para microorganismos y hongos. Los microorganismos y los hongos pueden desarrollarse en el sistema de tuberías y, por lo tanto, transmitirse a través del soplado en los productos alimenticios o en sus contenedores.
Contaminación cero en los sistemas de aire comprimido
Para evitar el crecimiento de microorganismos y hongos, el punto de rocío a presión debe estar por debajo de -26 °C, ya que no se desarrollan a partir de este valor. Este deberá tener una presión que oscilará entre los 3°C y -70°C, utilizando secadores frigoríficos, de membrana o de adsorción. En algunas plantas, para reducir costes se utilizan puntos de rocío distintos dependiendo del punto de aplicación y de si existe contacto del aire comprimido con el envase o el propio alimento.
Por otra parte, combinando un secador frigorífico, general para toda la planta, con un secador de adsorción para determinadas secciones, podremos conseguir ahorros energéticos mediante un sistema de control de funcionamiento del secador de adsorción con un higrómetro.
Cuando el aire comprimido es secado por debajo de -26 °C, los microorganismos dañinos y los hongos se convierten en esporas. Estas esporas se han convertido en partículas sólidas que deben ser filtradas. Otras fuentes de partículas sólidas son principalmente el polvo ambiental aspirado por el compresor y, en menor medida, partículas desprendidas de los recubrimientos de los rotores del compresor de aire o de tuberías del sistema.
Aplicaciones dentro de la industria
Dentro de las plantas de frutas y vegetales se utilizan principalmente para el enlatado, la congelación y la deshidratación. Muchos sistemas de procesamiento de frutas y hortalizas utilizan sistemas de aire comprimido para limpiar el aire de los contenedores antes del llenado, la clasificación automática y el envasado.
Algunas, como las panaderías, utilizan aire comprimido para aplicaciones de soplado. Otros usan aire comprimido para limpiar los contenedores antes de que estén llenos de comida. El aire comprimido también se utiliza para clasificar, cortar y dar forma a los productos de la industria alimentaria.
El aire comprimido se utiliza también en alta presión, en un rango de valores entre 35 y 55 bar, para el moldeo de envases por inyección. Como por ejemplo en máquinas termoconformadoras o de insuflación por aire comprimido.
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