Argentina.- Mantener los estándares más altos para la exportación no sólo de la carne bovina, sino de cualquier ingrediente o alimento para consumo humano supone una mayor distribución y penetración en distintos mercados, tanto nacionales como internacionales.
Existen factores atractivos tras los principales mercados de exportación para la proteína roja, especialmente para Argentina. Uno de sus mercados más importantes es la Unión Europea, que tiene la Cuota Hilton, bajo el cual se puede exportar cortes de alto valor que pagan menos arancel aduanero y con precios muy competitivos.
La exportación de la carne bovina y sus formas
Para esto, mercados como el estadounidense y el europeo exige que el transporte del animal se haga, desde el establecimiento de origen al matadero, en vehículos limpios y desinfectados, sin contacto con otros animales que no cumplen con medidas sanitarias.
En esa misma línea, la UE pide que los animales tengan arete con un número único del local y documento del animal. Estos números son verificados posteriormente en el ingreso de los animales a la planta frigorífica y, de acuerdo con las normas del continente europeo, no deberán ser sacrificados por inyección de gas en cavidad craneal ni laceración del tejido nervioso central.
De acuerdo con Facundo Farfallini, ingeniero de alimentos del Frigorífico Gorina, otro mercado importante para el país sudamericano es el israelí, ya que es una nación que da alto valor al cuarto delantero del bovino por un motivo religioso.
El país asiático exige la utilización obligatoria de cajones rotativos para la faena ritual y con tiempos determinados durante la faena para que "los animales sufran lo menos posible".
Así mismo, Israel pide el cumplimiento con los procesos operativos estandarizados (POE) y procedimientos operativos estandarizados de saneamiento (SSOP, por sus siglas en inglés) que sean validados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
El gigante asiático, China
De esta forma, países como China, toman en cuenta también que los animales sean nacidos, criados, faenados y despostados en áreas libres de fiebre aftosa en los últimos doce meses y en zonas sin restricciones zoosanitarias en los últimos seis meses.
Sin embargo, el país no tiene especificaciones estrictas en bienestar animal, exige, en los establecimientos de procedencia, la ausencia de casos de lengua azul, enfermedad de Aujesky, tuberculosis, paratuberculosis, carbunco bacteridiano ni brucelosis en los últimos 12 meses.