El metano es uno de los gases de efecto invernadero 28 veces más potente que el CO2, además, reduce la energía del ganado, la cual se pierde en la dieta y se estima que es entre 2 y 12% de energía que pierde por la exhalación del metano.
Por ello, una reducción del metano podría optimizar la eficiencia energética y reducir el impacto de la ganadería sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Así lo indicó Gonzalo Martínez Fernández, Científico investigador de la Agencia Nacional de Investigación en Australia (CSIRO), en el webinar: Ganadería Bovina de Carne Australiana y los Gases de Efecto Invernadero organizado por COMECARNE.
La reducción del metano se puede dar por medio de la dieta del bovino, para ello existen suplementos que pueden influir en la reducción de este gas. Incluso hay estudios que señalan que la genética impacta en la reducción del metano.
El científico destacó estudios recientes que indican que la potencial ganancia de la producción y la reducción de metano con diferentes compuestos. "Y las forrajeras son las que podrían conseguir un aumento de producción con reducción de metano", señala.
El nitrato puede reducir el metano en un 15%, sin embargo, el principal problema es la toxicidad de que el nitrato en el rumen se degrada en nitrito. Y una acumulación de nitrito puede producir metahemeglobina, por esta razón dicha metodología no es muy recomendable.
Retos para disminuir las emisiones
- Ganadería extensivas en pastoreo, modo de distribución suplementos y cómo intervenir
- Dosificaciones, dependiendo del estado productivo y dieta
- Combinaciones de estrategias
- Desarrollo de metodologías para implementar las tecnologías en la práctica
Por una ganadería sin gases de efecto invernadero
La agricultura representa el 14% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y la producción de carne roja está etiquetada como un gran contribuyente, a través de las emisiones de los gases entéricos, el estiércol y las prácticas de desmonte en algunas regiones.
Por el contrario, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación señaló que sería posible una reducción del 30% de los gases de efecto invernadero. Esto si se extienden masivamente los sistemas productivos de buenas prácticas, hoy utilizados por el 10% de los productores.
Australia tiene la oportunidad de implementar y respaldar tecnologías para crear la huella de carbono neta negativa del mundo en la producción de carne roja. La agricultura es una piedra angular de la economía de este país, pues genera el 12% del PIB. Sin embargo, para sostener la actividad deberá abordar rápidamente la crisis del carbono.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente anunció recientemente que las emisiones globales deben reducirse a un ritmo de 7.6% cada año. Si se logra durante una década se podrá mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados centígrados.
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