El consumo de alimentos es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y evaluar su impacto futuro en el calentamiento es crucial para guiar la acción de mitigación del clima.
Una investigación estima que las emisiones del sistema alimentario por sí solas lleven al mundo más allá de 1.5C de calentamiento global. Lo que enfatiza la necesidad de abordar aún más el consumo y la producción de alimentos con alto contenido de metano, como los lácteos y la carne.
Sin embargo, los investigadores expresan que más del 55% del calentamiento anticipado se puede evitar mediante mejoras simultáneas en las prácticas de producción, la adopción universal de una dieta saludable y la reducción del desperdicio de alimentos a nivel de consumidor y minorista.
Cadenas de suministro de alimentos
Los alimentos son tanto un aspecto esencial de la vida como una fuente importante de emisiones de GEI. El sector agrícola es responsable de casi la mitad de las emisiones de metano (CH4), dos tercios de las emisiones de óxido nitroso (N2O) y el 3% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de las actividades humanas en todo el mundo.
El dióxido de carbono se emite a lo largo de la cadena de suministro de alimentos a partir del uso de energía de la maquinaria de cultivo y el transporte de productos. Estudios anteriores han demostrado el impacto significativo de la producción de alimentos en el medio ambiente, particularmente la carne y los productos lácteos
Sin embargo, esto podría ser una subestimación significativa, ya que la investigación asumió que el consumo de productos animales se mantendría estable en el futuro, pero se proyectaba que aumentaría en un 70% para 2050.
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Alimentos con más emisiones
El metano se emite principalmente a partir de productos animales y la producción de arroz a través de la fermentación entérica, el manejo del estiércol y la metanogénesis del arroz con cáscara.
El óxido nitroso puede atrapar más de 250 veces más calor que el CO2 en masa, dura alrededor de un siglo y se emite a través del uso de fertilizantes sintéticos, el cultivo de cultivos fijadores de nitrógeno y la excreción de rumiantes en pastizales.
El metano tiene este papel realmente dominante en la conducción del calentamiento asociado con los sistemas alimentarios. Mantener el patrón actual es inconsistente con mantener el umbral de temperatura de 1.5C. Eso pone mucha urgencia en la reducción de las emisiones, especialmente de los grupos de alimentos con alto contenido de metano.
Los investigadores también consideraron los cambios en los comportamientos dietéticos mediante el análisis del calentamiento potencial evitado asociado con la adopción universal de dietas más saludables.
Finalmente, indican que si estos cambios en la dieta se implementaran a nivel mundial, el calentamiento debido al consumo de alimentos podría reducirse en 0.19 ° C para fines de siglo, de acuerdo con la literatura previa que destaca el potencial de las recomendaciones dietéticas para proporcionar beneficios ambientales y de salud.
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