La presencia de arsénico orgánico en los alimentos ha causado preocupación por los efectos adversos en la salud, por lo que subrayan la importancia de seguir investigando y monitoreando la presencia de estos compuestos.
Eso fue lo que se advirtió en el nuevo dictamen científico sobre la presencia de pequeñas especies de arsénico orgánico en los alimentos, emitido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El informe es parte de cuatro dictámenes solicitados por la Comisión Europea (CE) para evaluar exhaustivamente los riesgos asociados con el arsénico en la cadena alimentaria.
"Las pequeñas especies de organoarsénico son compuestos que contienen grupos metilo, pero no otros grupos orgánicos, unidos al arsénico. El ácido monometilarsónico V (MMA(V)) y el ácido dimetilarsínico V (DMA(V)) son los más abundantes de estos compuestos en los alimentos. Las concentraciones más altas se encuentran en el arroz, las algas y los mariscos", destaca el reporte de la EFSA.
Estos compuestos, clasificados como pequeñas especies de organoarsénico, contienen grupos metilo unidos al arsénico
La EFSA resalta que esta información es crucial para comprender mejor los riesgos potenciales asociados con el consumo de estos alimentos, ya que podría influir en futuras recomendaciones dietéticas.
Efectos en la salud
Los estudios en ratas evidenciaron los posibles efectos adversos de estos compuestos:
- La exposición a MMA(V), en ciertos niveles, puede provocar pérdida de peso debido a la diarrea.
- La exposición a DMA(V), en determinados niveles, se asoció con un aumento en la aparición de tumores de vejiga urinaria.
Avance de la investigación
Este nuevo dictamen se basa en la evaluación inicial realizada por el Panel de Contaminantes en la Cadena Alimentaria (Panel CONTAM) de la EFSA en 2009.
En aquel momento, la falta de datos llevó a la autoridad a centrarse únicamente en el arsénico inorgánico, dejando de lado las especies de organoarsénico.
El primer dictamen, publicado en enero de 2024, reafirmó las preocupaciones sobre el arsénico inorgánico en los alimentos.
El segundo dictamen, objeto de este artículo, se centra en las pequeñas especies de organoarsénico.
Mientras que el tercer y cuarto dictámenes, previstos para principios de 2025, se enfocarán a las especies complejas de organoarsénico y la exposición combinada al arsénico inorgánico y orgánico, respectivamente.
Presencia de arsénico preocupa a la salud
A principios de este año, encontró arsénico y otros químicos potencialmente tóxicos en cereales de arroz y fórmulas infantiles, subrayando la necesidad de monitoreo y regulación continuos.
La autoridad europea precisó que el arsénico inorgánico es un contaminante para los alimentos que está presente tanto de forma natural como por la actividad humana.
En Europa, los alimentos son la principal fuente de exposición al arsénico inorgánico para la población.
El arroz, los productos a base de arroz, los cereales y sus derivados son los principales contribuyentes a esta exposición.
Aunque el agua potable también contiene arsénico, sus niveles suelen ser bajos en la mayoría de los países europeos.
No obstante, la exposición prolongada al arsénico inorgánico se ha vinculado con varios efectos adversos para la salud, incluyendo diversas formas de cáncer.
La EFSA identificó que el aumento de la incidencia de cáncer de piel es el efecto nocivo más relevante asociado a la exposición al arsénico inorgánico.
OMS confirma los efectos adversos del arsénico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que las personas están expuestas a niveles elevados de arsénico inorgánico a través del consumo de agua contaminada, el uso de agua contaminada en la preparación de alimentos y el riego de cultivos alimentarios, entre otros medios.
“La exposición prolongada al arsénico inorgánico, principalmente a través del agua de bebida y los alimentos puede causar intoxicación crónica. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel”, explica.
A través de la contaminación del suelo, el agua y el aire, el arsénico puede entrar en el suministro de alimentos.
Cita que los pescados, mariscos, carnes, aves de corral, productos lácteos y cereales también pueden ser fuentes alimentarias de arsénico, aunque la exposición a través de estos alimentos suele ser muy inferior que a la de las aguas subterráneas contaminadas.
En el marisco, el arsénico está presente principalmente en su forma orgánica menos tóxica.
La Universidad de Dartmouth encontró que en las verduras de raíz, como el betabel, las zanahorias y las papas, contienen arsénico principalmente en la cáscara.
El arsénico es una de las 10 sustancias químicas que la OMS considera más preocupantes para la salud pública.
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