Una investigación de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, plantea la necesidad de una mayor diversidad de cultivos básicos y una mayor producción de frutas y hortalizas provenientes de la agricultura climáticamente inteligente. El objetivo es poder garantizar la seguridad nutricional.
En ese sentido, la agricultura climáticamente inteligente (ASAC, por sus siglas en inglés) constituye un enfoque que ayuda a orientar las acciones necesarias para transformar y reorientar los sistemas agrícolas. Con el fin de apoyar de forma eficaz el desarrollo y garantizar la seguridad alimentaria en
el contexto de un clima cambiante.
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Diversificar los cultivos con agricultura inteligente
Para lograr un suministro adecuado de energía y nutrientes y lograr satisfacer las necesidades alimentarias de la población en el marco del cambio climático, es necesario tomar decisiones ante a la alta incertidumbre en múltiples componentes de sistemas socioambientales complejos.
Este desafío es urgente en regiones donde el cambio climático podría poner a millones de personas más en riesgo de inseguridad alimentaria y nutricional para mediados de siglo.
La nutrición y la adecuación de los cultivos para satisfacer las necesidades alimentarias a nivel de la población aún no se han evaluado dentro de un marco integrado de ASAC. Lo que representa el riesgo de que la adaptación no sea óptima tanto desde el punto de vista de la salud como del medio ambiente.
La investigación señala que la adaptación transformadora implica plantar nuevos cultivos en nuevas áreas. En lugar de realizar cambios en la forma en que se cultiva actualmente.
“Se requiere una mayor diversidad de cultivos básicos como el mijo, el sorgo y la mandioca. Y una mayor producción de frutas y hortalizas para ayudar a garantizar la seguridad nutricional", enfatizan los científicos.
El llamado a la acción del sector agrícola
La investigación, donde participan especialistas de la industria alimentaria y de la agricultura, señala que los riesgos del cambio climático se consideraron el principal desafío para el futuro sistema alimentario global.
El grado de adopción de nuevas agrotecnologías y la forma transformadora de la adaptación al cambio climático son desafíos y oportunidades clave. Los cuales representan un impacto sustancial en la seguridad nutricional futura.
El informe señala a la soya como un cultivo con potencial de expansión en todo el continente por sus beneficios nutricionales.
Pues se puede utilizar como fuente de alimento para el ganado, así como como cultivo comercial para ayudar a beneficiar la seguridad nutricional. Y hay evidencia de que es más resistente a los impactos del cambio climático que otros cultivos como el maíz.
En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que las vías para crear resultados positivos en materia de clima y alimentación se dan mediante la integración de acciones.
Estas acciones pueden ayudar a reducir la malnutrición, mitigar los factores que impulsan el cambio climático y adaptarse a las condiciones actuales.
La nutrición: un enfoque del desarrollo agrícola
La producción agrícola que tiene en cuenta la nutrición puede implementarse en tres áreas principales:
- Aumentar la disponibilidad y el acceso a los alimentos. El aumento de la producción agrícola conduce a que haya más alimentos disponibles y asequibles, lo que mejora tanto la salud como la situación económica de la comunidad. El crecimiento sostenido de los ingresos tiene a su vez un efecto considerable en la reducción de la malnutrición.
- Fomentar una alimentación más variada y la sostenibilidad de la producción. El aumento de la diversidad en la producción de alimentos y la promoción de prácticas de producción sostenibles, como la agricultura de conservación, la gestión del agua y el manejo integrado de plagas, mejoraría los niveles de nutrición sin agotar los recursos naturales.
- Hacer que los alimentos sean más nutritivos. El enriquecimiento puede prevenir las deficiencias de micronutrientes aumentando el contenido de estos en los alimentos a través del procesamiento, el fitomejoramiento y la mejora de la fertilidad del suelo.