A pesar de la creciente popularidad de los análogos de proteína como fuente alternativa a la carne, un reciente estudio cuestionó los beneficios para la salud cardiometabólica en comparación con la proteína animal.
Investigadores de Singapur publicaron los resultados de su estudio en la revista American Journal of Clinical Nutrition. Concluyeron que no hay evidencia que respalde la idea de que las dietas basadas en análogos de proteína sean más beneficiosas para la salud cardiovascular y metabólica en comparación con una dieta omnívora que incluye carnes.
"Tras el surgimiento de los análogos de la carne de origen vegetal (PBMA) como fuente de alimentos proteicos alternativos dentro del sistema alimentario mundial, los resultados del estudio actual no fundamentan beneficios cardiometabólicos superiores para la salud en comparación con una dieta omnívora compuesta de carnes de origen animal", escribieron los investigadores.
Sin embargo, consideraron que este hallazgo supone una oportunidad e impulso para que la industria alimentaria reevalúe la producción de los análogos cárnicos de próxima generación con atributos nutricionales y bioaccesibilidad mejorados.
Sustitutos de la carne son amigables con el medioambiente
Agregaron que el enfoque actual sobre las propiedades organolépticas (que puede percibido por los órganos de los sentidos) y la sostenibilidad será beneficiosa, tanto para los fabricantes como para los consumidores de esta población asiática y del mundo.
Lo anterior, debido a que la percepción de una mejor salud y una mayor sostenibilidad ambiental han impulsado el consumo de fuentes alternativas de proteínas en la dieta de la población mundial.
Las proteínas alternativas de origen vegetal replican las características sensoriales de la carne convencional, con la ventaja de no sacrificar animales, lo que a su vez reduce el impacto ambiental.
Los investigadores asiáticos destacaron que actualmente hay más de 800 empresas y marcas en el mercado de alimentos de origen vegetal.
De hecho, para este estudio hicieron una selección de alimentos de PBMA de marcas convencionales establecidas y disponibles para los consumidores.
Es un mercado que crece. En el 2023 se valuó en 18 mil 780 millones de dólares, para el 2032 se proyecta duplicar esta cantidad.
Análogos cárnicos son ultaprocesados
Debido a que los alimentos parecidos a la carne, derivados de plantas, algas, hongos, insectos y células animales cultivadas in vitro (alimentos a base de células) requieren un nivel importante de procesamiento industrial, hace que los productos finales sean ultraprocesados.
Lo anterior también fue plasmado en la investigación, aunque no fue claro cómo influye este factor en la asimilación de las proteínas para la salud cardiovascular.
“Aunque los PBMA han sido criticados por ser ultraprocesados, la selección de los alimentos de origen animal (salchichas, nuggets de pollo, hamburguesas) limita la posible delimitación de los impactos en la salud que pueden derivarse de su naturaleza ‘ultraprocesada’”, advirtieron los investigadores asiáticos.
Dados los efectos adversos bien establecidos asociados con el consumo prolongado de alimentos industrializados, surgen dudas sobre si estos productos realmente sirven como un sustituto viable de los alimentos integrales y no procesados, como la carne, se lee en el estudio.
La Asociación Médica Estadounidense ha señalado que cuando los alimentos integrales se descomponen y se transforman en otro tipo de opciones, como en un análogo cárnico, se pierde parte de la fibra natural.
Por lo que los alimentos bajos en fibra se digieren más rápido y eso provoca que el azúcar aumente en la sangre.
¿Cómo se realizó la investigación?
La investigación se enfocó en el impacto del consumo de una dieta omnívora a base de carne animal (ABMD) en comparación con una dieta de PBMA en la salud cardiometabólica entre 82 adultos de 30 a 70 años, con riesgo elevado de diabetes en Singapur.
Para el estudio se formaron dos grupos. Durante ocho semanas, un grupo comió una cantidad determinada de pechuga de res, cerdo o pollo. El otro grupo comió una variedad de análogos de carne de origen vegetal.
La selección de alimentos congelados se clasificaron en carne picada de res, carne picada de cerdo, pechuga de pollo, hamburguesa, salchichas y nuggets de pollo proporcionados mediante entregas programadas a cada domicilio del participante.
Mientras que los alimentos basados en plantas incluyeron seis marcas conocidas como Impossible Foods, OmniFoods, The Vegetarian Butcher y Beyond Meat.
Los investigadores realizaron análisis de sangre al principio y al final del estudio para medir los cambios en los indicadores de la salud cardiometabólica. Algunos participantes usaron un monitor de glucosa, durante las ocho semanas.
Los científicos descubrieron que cambiar la carne por PBMA no parecía hacer que los participantes fueran más saludables.
Además, los cambios en el colesterol total, el colesterol LDL (colesterol "malo"), el colesterol HDL (colesterol "bueno") y los triglicéridos fueron similares entre las personas de los dos grupos.
La investigación también encontró grandes diferencias en los perfiles de macro y micronutrientes. Los hechos a base de carne tenían una mayor cantidad de proteínas y micronutrientes, mientras que los PBMA tenían un mayor contenido de sodio. También se encontró que el potasio y el calcio eran más altos en algunos de estos últimos.
Los resultados de esta investigación son relevantes, ya que durante años se ha asociado un mayor consumo de carne con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Mientras que las dietas basadas en plantas o de origen natural se han relacionado con una mejor salud del corazón, señalaron los investigadores.
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