- Los consumidores que siempre agregan sal a sus alimentos tienen un riesgo 28% mayor de morir prematuramente en comparación con aquellos que nunca, o rara vez, agregan sal.
Estos datos están impulsando a las políticas de reducción de sodio a que sean obligatorias.
La investigación es la primera en evaluar la relación entre la adición de sal a los alimentos y la muerte prematura, de acuerdo con el investigador Lu Qi, profesor y presidente de la Universidad de Tulane en Estados Unidos.
Hay evidencia abrumadora que vincula el exceso de sal con la presión arterial elevada, que es el mayor factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiovasculares", enfatizó Sonia Pombo, gerente de campaña de Action on Salt.
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La relación entre la reducción de sodio y la muerte prematura
La nueva investigación reveló el vínculo entre la sal y la muerte prematura, publicada en el European Heart Journal, siguió a 501.379 personas durante nueve años.
Este estudio longitudinal incluyó a más de la mitad (52%) mujeres, y los participantes promediaron alrededor de 56.5 años de edad.
Encontró que, en comparación con aquellos que nunca o rara vez agregaron sal a sus alimentos, aquellos que siempre agregaron sal a sus alimentos tenían un riesgo 28% mayor de muerte prematura, que el estudio define como muerte antes de los 75 años de edad.
“Incluso una reducción modesta en la ingesta de sodio, al agregar menos o nada de sal a los alimentos en la mesa, es probable que resulte en beneficios sustanciales para la salud, especialmente cuando se logra en la población general”, continuó Qi.
La importancia de una alimentación saludable
Publicado en la revista Circulation de la American Heart Association, el estudio de la Universidad de Pekín exploró el impacto en la cocina china y encontró que la dieta CHH redujo el sodio a la mitad, de 6,000 mg diarios a 3,000 mg diarios, redujo la ingesta de grasas y duplicó la fibra dietética. También aumentó las proteínas, los carbohidratos y el potasio.
Dividió a 265 personas con presión arterial alta en dos grupos y encontró que comer la CHH durante 35 días redujo la presión arterial sistólica (PAS) en un promedio de 10 mm Hg y redujo la presión arterial diastólica (PAD) y en un promedio de 3.8 mm Hg.
“El efecto fue compatible con los medicamentos antihipertensivos y debería dar tanto a los pacientes como a los médicos la confianza en dietas saludables para la prevención y el tratamiento de la hipertensión y sus enfermedades cardiovasculares relacionadas”, concluyó Yangfeng Wu, profesor de epidemiología de las ciencias en la investigación clínica de la Universidad de Pekín.
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