Un estudio realizado por la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés) sugirió que lograr el objetivo de contar con el 25% de tierras agrícolas para la producción de productos orgánicos para el año 2030 podría generar una serie de beneficios ambientales.
Entre ellos se incluyen la mitigación del cambio climático, la disminución de la contaminación por nitrógeno y el uso de pesticidas, así como la protección de la biodiversidad. Sin embargo, el informe destacó que para que este objetivo sea alcanzado, se requerirá una inversión significativa de recursos económicos.
Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), el IFOAM estimó que la tendencia de crecimiento actual indicó que la Unión Europea (UE) solo podrá llegar al 14% de tierras agrícolas orgánicas para finales de la década.
Por lo que, para alcanzar la meta 25% de tierras agrícolas orgánicas en toda la UE, se requerirán de diversas inversiones, ya que se calculó que el bloque gastará un promedio de 3 mil millones de euros, al año. Sin embargo, IFOAM estimó que, para lograr esta meta, se necesitarían entre 9 a 15 mil millones de euros.
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La tendencia se inclina hacia los productos orgánicos
De acuerdo con Innova Market Insights, la etiqueta orgánica ocupa el tercer lugar en importancia a nivel mundial entre las declaraciones de propiedades saludables en los posicionamientos de alimentos y bebidas, después de sin gluten y sin aditivos o conservantes.
En Europa, la etiqueta orgánica es la declaración de propiedades saludables más destacada, con una presencia del 17% del total de lanzamientos de alimentos y bebidas en el continente.
Las preferencias de los consumidores y el etiquetado orgánico continúan evolucionando. En las etiquetas de los productos y la información sobre la procedencia de los ingredientes está ganando importancia, ya que los consumidores desean conocer la fuente de los productos, así como los métodos y la fecha de cosecha utilizados.
En la actualidad, la demanda de los consumidores en la compra de alimentos orgánicos se centra en el bienestar animal y las prácticas agrícolas regenerativas. A diferencia del pasado, cuando la principal demanda era la ausencia de declaraciones de plaguicidas, aunque todavía son populares las afirmaciones de "sin OGM" y "sin antibióticos".
La consultora reveló que esta tendencia es impulsada principalmente por los Millenials, ya que uno de cada tres consumidores que dicen seguir una dieta orgánica tienen entre 26 y 35 años.
Una alternativa para reducir emisiones
El informe de IFOAM presentó una descripción detallada de los beneficios ambientales que se obtendrían si la UE alcanzara la meta del 25% de tierras agrícolas orgánicas para 2030.
El uso de tierra orgánica no depende del uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos, los cuales representan aproximadamente la mitad del consumo de energía en la agricultura de la Unión Europea. En cambio, se utiliza la fijación biológica a través de leguminosas como fuente principal de nitrógeno.
Se estima que solo al reducir el uso de nitrógeno, la disminución total de dióxido de carbono (CO2) sería de alrededor de 25 millones de toneladas métricas (Tm). Asimismo, la reducción total de emisiones de gases de efecto invernadero sería de 68 millones Tm, lo que representa el 15% de las emisiones agrícolas de la UE.
En comparación con las participaciones de tierras agrícolas orgánicas en 2020, el escenario de acciones iguales del 25% representa una reducción de 1.8 millones de toneladas métricas o el 18.6% del uso real de fertilizantes de la UE en 2020.
Esto significa que alcanzar el objetivo de tierras agrícolas orgánicas del 25% también podría casi cumplir en sí mismo el objetivo de reducción de fertilizantes del 20% en la Estrategia de la Granja a la Mesa como un beneficio co-beneficio”, concluyó la IFOAM.
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