La microbiota es el conjunto de millones de microorganismos que conviven de manera simbiótica en nuestro organismo. Este conjunto bacteriano, que se localiza principalmente en el tracto digestivo, se distribuye a lo largo de los diferentes órganos en función de las propiedades químicas.
Los factores que influyen en su composición son múltiples (dieta, hábitos individuales, fármacos). La microbiota colabora en varias funciones, como pueden ser el metabolismo o la inmunidad. En los últimos años se ha puesto de relieve el papel bidireccional de la microbiota del tracto digestivo y del sistema nervioso central, es el denominado eje intestino-cerebro.
En el Webinar Microbiota intestinal, mi otro yo, organizado por Plenilunia, la Doctora Lilie Miranda, Médico especialista en metabolismo y nutrición, destacó que el cerebro se ve influenciado por la comida, por ejemplo la comida chatarra afecta al cerebro y su estructura, las grasas y azúcares altos reprograman el cerebro.
La microbiota tiene la función específica de ser una defensa contra posibles agentes patógenos que se encuentran en constante contacto con el sistema digestivo. Además de capacitar y estimular de forma importante al sistema inmunológico.
Microbiota intestinal y enfermedades neurológicas
Recientemente se ha vinculado posibles cambios en la microbiota con el inicio de la enfermedad de Parkinson (EP). Una teoría actualmente vigente teoriza la EP como una enfermedad que progresa de manera paralela a la propagación de acúmulos proteicos insolubles en el sistema nervioso.
El sistema nervioso autónomo entérico podría ser uno de los “puntos de inicio” de esta acumulación patológica de proteínas: un cambio de la microbiota que incrementase la inflamación local y el estrés oxidativo podría iniciar la cascada patológica.
Tener una microbiota intestinal adecuada será la forma en que ésta cumpla sus funciones más importantes, incluyendo la de mantener en equilibrio la producción de sustancias como la serotonina.
Para contribuir a dicha diversidad y riqueza, lo adecuado es tener una alimentación completa y muy variada que incluya todos los grupos alimenticios.
La especialista señaló que las bacterias ayudan para dos cosas: Desarrollar el sistema nervioso central y el sistema nervioso del intestino. “El 70% de nuestro sistema inmune está alrededor del tubo digestivo, el número de bacterias rebasa 150 veces el número de bacterias.”
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