La microbiota comprende todos aquellos microorganismos vivos (bacterias, arqueas, eucarias, entre otras), que habitan en el organismo, y proporcionan metabolitos, nutrimentos y estímulos inmunes que fomentan la salud intestinal y orgánica la pérdida de esta biodiversidad está asociada a distintos problemas de salud gastrointestinal extensibles a problemas de salud en las personas.
Afortunadamente, la tecnología ha permitido la inclusión de probióticos en el diseño de nuevos alimentos, por lo que se tiene un especial cuidado con la supervivencia de las cepas en los productos para asegurar su viabilidad y con ello, su efectividad.
Actualmente muchas empresas han diseñado nuevos alimentos de productos lácteos no fermentados u otros productos que pueden ayudar a la regeneración de la microbiota. Estos alimentos de diseño se pueden conseguir en forma de barritas de cereales, galletas, mantequillas, zumos de frutas y de frutas con leche, helados, chicles, cárnicos y quesos.
De esta forma, las soluciones de rehidratación oral que se utilizan habitualmente tras problemas estomacales, han incorporado probióticos en sus fórmulas para la recuperación más rápida y eficaz de la microbita intestinal dañada.
Actualmente se pueden encontrar alimentos diseñados con cuatro hasta 32 cepas. Estas mezclas siguen siendo en su mayoría de Lactobacillus, Bifidobacterium, Lactococcus, Bacillus, Streptococcus, o Saccharomyces principalmente.