La seguridad alimentaria se convirtió en un asunto que preocupa cada día más tanto a productores, autoridades y consumidores. Como consecuencia, se implementó la norma mundial de inocuidad alimentaria BRC, por sus siglas en inglés, British Retail Consortium (Asociación de Minoristas Británicos).
Esta nueva normativa es un referente internacional desarrollado para la evaluación y certificación de proveedores enfocada a productos para autoservicios. Su principal foco es la inocuidad alimentaria, sin dejar a un lado el tema de la calidad.
Aunque podría pensarse que la norma BRC está únicamente enfocada a los alimentos, también es aplicable a envases y embalaje, almacenamiento y distribución.
Sin embargo, sólo puede ser aplicada para controlar la contaminación de productos alimenticios durante el envasado primario. Para empresas que se encargan exclusivamente de embalaje, almacenamiento y distribución debe ser aplicada la Norma Mundial de Almacenamiento y Distribución.
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El alcance de la Norma BRC
La versión 9 de la norma fue recientemente publicada, esta actualización está alineada a la gestión documental y se centra en la aplicación del sistema de Análisis de peligros y Puntos Críticos de Control.
El ámbito de aplicación de esta norma es para cualquier proceso de fabricación, proceso y envasado de:
- Alimentos procesados (marca propia y externas)
- Materias primas o ingredientes
- Productos primarios (fruta y verdura)
- Alimentos para mascotas y piensos
- Productos de conversión primaria animal
Cualquier organización sin importar su tamaño o ubicación geográfica puede aplicar para la norma BRC. Mediante una auditoría BRC se revisará toda la documentación y personal especializado registrará los datos necesarios para hacer una evaluación.
Si todo marcha bien se podrá obtener el certificado BRC, en caso contrario se notificará de los cambios necesarios y una vez hechas las modificaciones se podrá obtener el sello de calidad.
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