El aceite vegetal bromado (BVO) puede tener efectos nocivos en la salud, de acuerdo con estudios realizados por el Centro Nacional de Investigación Toxicológica de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
El aceite utilizado en pequeñas cantidades para evitar la separación del sabor cítrico en determinadas bebidas, será revocado de acuerdo a las regulaciones del organismo en los Estados Unidos.
Posible toxicidad por BVO
Estudios de la FDA avalados por la Science Direct, sugieren que el consumo de BVO en forma orgánica e inorgánica, tiene consecuencias de toxicidad en el cuerpo, principalmente en el órgano de la tiroides.
Previamente, un estudio realizado en ratas durante 90 días mostró una hipertrofia de las células foliculares tiroideas en ambos sexos, niveles elevados de la hormona estimulante de la tiroides y niveles reducidos de tiroxina.
Además, existe una relación en los niveles de ácido di y tetrabromo esteárico en el corazón, el hígado y los tejidos grasos inguinales.
Revisan toxicidad en bebidas con BVO
Ante estos informes, responsables de bebidas de los Estados Unidos señalaron que el BVO rara vez se usa en bebidas provenientes del país, las cuales han sido supervisadas por las regulaciones de aditivos alimentarios, teniendo un estado de “Generalmente reconocido como seguro”.
La advertencia de la FDA también está examinando varios productos químicos en los alimentos, incluidos los aditivos colorantes, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria.
Regulación de alimentos por la HFP
Ante la prohibición de ingredientes o añadidos en productos alimentarios, la transformación planificada del Programa de Alimentos Humanos (HFP) busca mejorar la seguridad química de los alimentos.
A través de un proceso de evaluación simplificada de las sustancias en el suministro de alimentos, crean métodos rápidos y adaptables para evaluar las sustancias químicas en el suministro de alimentos.
Estudian otros ingredientes
Otro de los ingredientes que han llamado la atención de la FDA son los éteres de difenilo polibromado, un tipo de retardantes bromados que prevalecen en los alimentos de origen animal.
Este retardante sigue en estudios por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, quien anunció a principios de año que podría ser causante de riesgos para el sistema nervioso y reproductivo.
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