Los suplementos alimenticios son productos destinados a complementar o adicionar la dieta normal de las personas, es decir, proveer aquellos nutrientes que puedan complementar la alimentación de los consumidores.
El uso de estos productos tiene un uso particular y es que están dirigidos hacia la población sana. Esto no significa que una persona que tiene algún padecimiento no los pueda consumir. Además, son productos que se presentan en formas dosificada y van a estar compuestos por nutrientes y otras sustancias, lo cual le va a brindar al producto dos beneficios:
- El beneficio de tener un efecto nutricional
- El beneficio de tener un efecto fisiológico
Durante el webinar: Panorama regulatorio para suplementos alimenticios, Elizabeth Díaz, directora ejecutiva de ALANUR, explicó que los suplementos alimenticios no reemplazarían una alimentación equilibrada. Tampoco es un producto que se utiliza para el manejo específico de enfermedades que poseen requerimientos nutricionales especiales.
Esta categoría se conoce como alimentos para regímenes especiales o con fines médicos especiales. Por lo que el suplemento alimenticio no va a ser un producto que prevenga, alivie o cure síntomas o enfermedades ya presentes en una persona”, continuó.
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El marco normativo de los suplementos alimenticios
Dentro de la región latinoamericana, países como México y Guatemala han implementado una serie de normativas enfocadas a los suplementos alimenticios con el fin de que la población en general tenga una correcta información sobre los productos que ingiere.
Recientemente el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala publicó, a través del Departamento de Regulación y Control de Alimentos (DRCA), la Norma Técnica 001-2022, para la evaluación y obtención de registro sanitario de suplementos y complementos alimenticios para la población a partir de los tres años de edad.
También publicó la Norma Técnica 14-2022 Versión 2, que regula las condiciones mediante las cuales el departamento otorgará el registro sanitario de suplementos dietéticos. Dichas normas establecen las condiciones y los requisitos para la obtención del registro sanitario de referencia y la posterior vigilancia en el mercado de suplementos alimenticios y complementos alimenticios.
Por su parte, México implementó la NOM-251 con el fin de tener un correcto proceso de manufactura y con ello poder evitar contaminaciones que puedan provocar algún inconveniente a la salud a los consumidores.
El problema de la desinformación
La categoría de suplementos alimenticios ha crecido notablemente en Latinoamérica, tal es el caso de países como Colombia, Perú, Chile, o Brasil, el consumo de estos productos alcanza a más del 47% de la población.
A pesar de que estos productos han permeado positivamente en la población, aún existe una barrera que debe afrontar esta industria y es la desinformación. Situación que los expertos puntualizan como normal debido a que surgen muchas inquietudes respecto a este tipo de productos.
La falta de conocimiento e información científica y verídica en torno a los suplementos es un gran reto que enfrenta la industria, y ante ello, la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR), hace esfuerzos para desmitificar y acercar información confiable a las autoridades, a la comunidad científica y a los consumidores.
Así, la alianza busca contribuir a que cada vez más personas tengan información confiable en torno a los suplementos e ingredientes alimentarios en Latinoamérica, con el objetivo de facilitar el consumo responsable de una categoría en crecimiento y que ha tomado relevancia en el contexto actual.
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