El Glutamato Monosódico (GMS) es uno de los ingredientes que más debates han creado sobre su consumo, presentando posturas contradictorias, muchas veces alejadas de la evidencia científica.
- En The Food Tech investigamos porque este aditivo, que es uno de los principales en crear el sabor umami, sigue siendo muestra de debates y si es que fuera perjudicial para la salud, por qué las autoridades regulatorias aprueban su consumo.
¿Qué es el glutamato monosódico y para qué se utiliza en alimentos?
De acuerdo con el Codex Alimentarius, el glutamato monosódico es una sal del ácido glutámico, un aminoácido no esencial presente naturalmente en muchos alimentos, como tomates, queso, carnes, maíz, espárragos entre otros.
Desde hace muchos años la industria de alimentos lo ha añadido a productos para potenciar el sabor de los productos creando este quinto sabor umami, que se traduce del japonés como un alimento delicioso.
Entre las principales ventajas del glutamato resalta es que se puede utilizar en todas las categorías de alimentos mientras cumplan con las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) presentadas por autoridades de regulatorias.
¿El consumo de glutamato es nocivo para la salud?
Investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontraron que un número pequeño de personas presentaban síntomas como dolor de cabeza, náuseas, sudor y opresión torácica, después de consumir productos con alto contenido de GMS.
Este antecedente que también se le conoce como el “sindrome de restaurante chino”, porqué el GMS se encuentra en gran parte de alimentos de esta cocina, estas complicaciones fueron suficiente para que varios actores de la industria castigaran al ingrediente como nocivo para la salud.
Con el tiempo las investigaciones continuaron y confirmaron que el consumo de alimentos con GMS en cantidades regulares no tiene prejuicios a la salud, al contrario, contiene tres veces menos sodio que la sal de mesa y se utiliza en menor cantidad por su potencia de sabor.
Otro dato que confirma que el GMS no es perjudicial para la salud es que este ingrediente se produce de manera natural en la leche materna, considerado uno de los alimentos más completos, señaló Fernanda de Oliveira, líder en nutrición y salud en Unilever Latinoamérica.
Autoridades sanitarias aprueban el consumo moderado de GMS
El consumo de GMS es seguro y autorizado por entidades regulatorias nacionales e internacionales como la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos y la Agencia Europea del Medicamento.
Sin embargo, el Parlamento Europeo ha creado normativas para que se declare de forma obligatoria los GMS en los empaques de alimentos, ya que un bajo porcentaje de la población puede ser sensible al ingrediente.
Mientras tanto la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha comunicado que este aditivo puede plantear problemas en personas sensibles, sobre todo si se consume en grandes cantidades.
Las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) también se han hecho presente en la legislación mexicana que piden que el ingrediente esté especificado en los empaques que se venden en el interior, aunque aún continúa el proceso para que esté en todos los sectores de la industria.