La industria del packaging se enfrenta a un 2024 repleto de desafíos en materia de normatividad, marcadas por la reciente aprobación del Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases por el Parlamento Europeo.
El nuevo Reglamento europeo de envases y residuos de envases, aprobado recientemente en el Parlamento Europeo y una vez que el Consejo de la UE lo ratifique oficialmente, será de obligado cumplimiento por parte de los Estados Miembros.
Su entrada en vigor conllevará ajustes en el Real Decreto 1055/2022 de Envases y Residuos de envase, e introducirá en algunos casos medidas más restrictivas a la vez que extenderá los plazos en algunas de ellas hasta 2040.
Este reglamento, que busca abordar las crecientes preocupaciones ambientales relacionadas con los residuos de envases, establece una serie de obligaciones que modificarán profundamente la forma en que las empresas diseñan, producen y gestionan sus envases.
Seguro te interesa: Parlamento Europeo aprueba nuevas normas sobre envases para reducir residuos, exceso de materiales y PFAS
Principales ejes de la normativa de envases en la industria de packaging
El Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases marca un punto de inflexión para la industria del packaging.
Aunque los retos son considerables, también representan una oportunidad para que las empresas lideren el camino hacia un futuro más sostenible.
Los principales ejes que este reglamento impone a la industria y las implicaciones para los actores clave en la industria del packaging son:
1. Reducción
Con relación a la reducción en 2030 cada unidad de envase tendrá que reducirse al mínimo. Es decir, al mínimo necesario para que cumpla su función y habrá que demostrarlo, justificando que realmente se está utilizando la mínima cantidad necesaria de envase.
No se comercializarán envases con doble pared, fondos falsos o capas innecesarias. Y también se reducirá al mínimo necesario el espacio vacío, que sobre todo afecta a envases de venta, envases agrupados y envases de transporte.
Sin embargo, se tiene que ver cómo queda finalmente, porque hay legislación que lo está prohibiendo al 100% en cualquier aplicación de envase para 2026 y aquí el nuevo reglamento es menos restrictivo que otros documentos.
Por otra parte, se dice que los Estados Miembros deberán reducir los envases generados per cápita, en esos porcentajes. Por tanto, cada Estado miembro probablemente legislará para poder llegar a sus objetivos.
2. Reutilización
El envase debe ser diseñado para ser reutilizado o rellenado en múltiples ocasiones, con el mayor número posible de viajes o rotaciones. También para poderse vaciar o descargar, así como con la posibilidad de ser reacondicionado.
El reglamento marca objetivos concretos para bebidas alcohólicas y no alcohólicas, para envases terciarios y para cajas de agrupación, y se excluyen las cajas de cartón.
Los envases de transporte entre sedes deberán ser reutilizables. Aquí se habla de envase industrial entre plantas productivas o también para transportar productos entre varios agentes del mismo país.
3. Reciclabilidad
Para 2030 todo tendrá que ser reciclable por diseño y en 2035 reciclable a gran escala. ¿Y qué es reciclable por diseño? Básicamente es que el diseño del envase y sus componentes garanticen su reciclabilidad con procesos de recogida, clasificación y reciclado comprobados en un entorno operativo.
Para poder evaluar si un envase es reciclable por diseño o no habrá unas guías que se publicarán en 2028. 10 años después, todo lo que esté por debajo del 80% no se podrá comercializar. Los envases minoritarios también estarán excluidos.
El contenido mínimo de material reciclado post consumo será el siguiente:
- Envases de PET sensibles al contacto: 30% mínimo en 2030 y 50% mínimo en 2040.
- Envases diferentes al PET, también de contacto: 10% en 2030 y 25% en 2040
- Botellas de plástico de bebidas de un solo uso: 30% en 2030 y 65% en 2040
- Envases de plástico diferentes: 35% en 2030 y 65% en 2040
4. Compostabilidad
Hay una obligación de aquí a tres años para que sean compostables obligatoriamente las bolsas de té, cápsulas de café de filtro desechada, etiquetas adheridas a las frutas y hortalizas y bolsas de plástico muy ligeras. El Estado miembro tiene la posibilidad de ampliar esta lista.
Finalmente, los retos normativos impuestos por el nuevo reglamento europeo son grandes, pero las empresas que los enfrenten con innovación y colaboración podrán no solo cumplir con las exigencias legales. Sino también ganar la confianza de un consumidor cada vez más consciente del impacto ambiental de sus decisiones de compra.
No dejes de ver: Esto dice el Reglamento de Envases sobre la compostabilidad