Con el objetivo de que las dietas de los estadounidenses sean más saludables, en el Congreso se presentó una iniciativa de Ley para prohibir el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (HFCS, por su sigla en inglés) y ciertos aditivos de color en los alimentos producidos en Estados Unidos.
A los proyectos de ley que buscan modificarse se les conoce como la "Ley Stop Spoonfuls of Fake Sugar" y la "Ley Do or Dye".
- La Ley Stop Spoonfuls of Fake Sugar se enfoca en restringir el uso de HFCS, que se ha relacionado con la promoción de la obesidad y otros problemas de salud crónicos.
- La Ley Do o Dye se dirige a los tintes alimentarios tóxicos como el rojo número 40 y el amarillo números. 5 y 6, que ya han sido restringidos en la Unión Europea.
“Demasiados estadounidenses están sufriendo innecesariamente de diabetes tipo 2, prediabetes y condiciones de salud mental como resultado de ingredientes artificiales y dañinos que se encuentran en casi todos los refrigeradores y despensas de nuestro país", argumentó la congresista Anna Paulina Luna, principal promotora de esta iniciativa de reforma legislativa.
Las dos propuestas legislativas buscan modificar la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos para clasificar los alimentos que contienen estos ingredientes como adulterados.
"No solo estamos consumiendo cucharadas de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa todos los días, sino que muchos de los alimentos y bocadillos que consumimos tienen tintes relacionados con un número alarmante de condiciones de salud", sostuvo la legisladora.
¿Qué es el HFCS?
Frank Hu, experto en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, explica que el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, es un edulcorante que proviene del maíz, es aproximadamente un 55 por ciento de fructosa y 40 por ciento de glucosa, además de otros azúcares menores y otros ingredientes.
Mientras que el azúcar refinada, también llamada sacarosa, está hecho de caña de azúcar o remolacha, es 50 por ciento glucosa y 50 por ciento fructosa.
“Si bien, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa generalmente se culpa de la epidemia de obesidad, pero deberíamos preocuparnos por el azúcar en general", dijo Hu.
Desde hace décadas, el edulcorante se empezó a utilizar en la industria de alimentos y bebidas para reemplazar la sacarosa dado su menor costo, estabilidad, funcionalidad y facilidad de uso.
Además, ayuda a conservar los alimentos porque permite controlar el crecimiento de bacterias.
Agrega que "debido a que es barato, el consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa ha aumentado mucho en las últimas décadas y se ha convertido en una de las principales fuentes de calorías en nuestra dieta", dijo Hu.
El HFCS se encuentra, generalmente, en los alimentos procesados. Por ejemplo, en el pan blanco mejora la textura de la superficie.
Este ingrediente está presente en las bebidas carbonatadas, cereales y productos horneados, así como en condimentos, productos enlatados, yogurt, por mencionar algunos.
"Es un aditivo muy común porque es barato y ayuda a mejorar el sabor y la textura de los alimentos", explica Lisa Young, profesora adjunta de nutrición en la Universidad de Nueva York.
Impacto de una posible prohibición
Según especialistas, la prohibición del HFCS podría tener implicaciones relevantes, como:
- Mejoras en la salud: La eliminación del HFCS podría conducir a beneficios sustanciales para la salud, incluida una reducción de las tasas de obesidad y una mejora de la salud metabólica general.
- Ajustes de la industria: Los fabricantes de alimentos tendrían que reformular sus productos, lo que podría llevar a un aumento en el uso de edulcorantes naturales.
- Conciencia del consumidor: El impulso legislativo podría aumentar la conciencia de los consumidores sobre los ingredientes de sus alimentos, lo que provocaría opciones dietéticas más informadas.
¿Qué efectos en la salud tiene la HFCS?
Tanto el HFCS como el azúcar de mesa, si se consumen en exceso, pueden causar problemas a la salud, como un aumento de la grasa hepática y una menor sensibilidad a la insulina.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos indica que el consumo excesivo de jarabe de maíz se ha relacionado con enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Además, aumenta el apetito y estimula la obesidad
Un estudio revela cómo el consumo excesivo de este endulzaste, presente en bebidas y alimentos procesados, agrava la inflamación intestinal y debilita nuestras defensas naturales.
Este aditivo tiene un alto contenido calórico. Una sola cucharada de jarabe de maíz normal contiene 16 gramos de azúcar y 57 calorías.
Los investigadores descubrieron un vínculo directo entre el consumo de HFCS y el empeoramiento de enfermedades como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
El estudio, publicado en los Institutos Nacionales de Salud, realizado en modelos animales, demostró que la fructosa altera significativamente la composición de las bacterias que habitan en nuestro intestino.
Esta alteración, a su vez, provoca un desequilibrio en la producción de ácidos biliares, sustancias esenciales para la digestión y absorción de grasas.
Este desequilibrio favorece la proliferación de ciertas células inmunitarias que desencadenan una respuesta inflamatoria, dañando la barrera protectora del intestino y agravando así enfermedades como la colitis.
Los resultados de esta investigación sugieren que reducir el consumo de alimentos y bebidas ricas en fructosa podría ser una estrategia efectiva para prevenir y tratar enfermedades inflamatorias intestinales.
La propuesta de la congresista Luna para prohibir el HFCS y ciertos aditivos revive el debate sobre la regulación de ingredientes alimentarios y el papel del gobierno en la promoción de la salud pública.
Te puede interesar: Jarabe de agave, alternativa natural