El uso del cannabis y sus derivados en la industria alimentaria acaba de lograr un avance significativo en la región de América Latina. Tras una resolución en conjunto con el Ministerio de Salud, el gobierno de Argentina aprobó el uso de semillas de cáñamo en harinas y aceites para uso alimenticio.
Bajo la Resolución Conjunta 31/2023, publicada el 29 de noviembre, el gobierno incorporó las semillas de cáñamo al Código Alimentario Argentino (CCA) dentro de la categoría de “semillas comestibles”. De esta forma se autoriza el uso alimentario de subproductos que contienen Cannabis sativa L, lo que representa un parteaguas para la producción del cáñamo industrial en la región.
Argentina marca la pauta para el uso del cannabis en alimentos
Actualmente, sólo dos países latinoamericanos (Uruguay y México) cuentan con legislaciones que despenalizan el uso recreativo de la marihuana. Otras nueve naciones de la región cuentan con regulaciones para su uso medicinal.
Si bien naciones como Uruguay trabajan en un marco regulatorio para el uso de cannabis en alimentos, Argentina se ha convertido en el primer país en permitir el uso industrial de semillas de cáñamo en productos alimenticios.
El Ministerio de Salud y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, detalló en un comunicado que la nueva normativa es resultado de la investigación y trabajo de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), que avanza en el estudio y desarrollo de un marco regulatorio de alimentos en el que se incorpore el uso de cannabis sativa y sus derivados en el Código Alimentario argentino.
“En este contexto histórico se nos presenta una oportunidad única de numerosas ramificaciones a través de un desarrollo inteligente y exitoso de la industria del cáñamo industrial-hortícola (Cannabis sativa L.)”, señaló el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
“El actual contexto global brinda importantes espacios para competir con calidad y excelencia mediante la producción de diversos productos derivados de este cultivo milenario”, agregó.
La resolución a detalle
En concreto, la resolución establece una modificación en el Artículo 917 en la que:
- Se autorizan las semillas de cáñamo para uso alimentario
Se describe la especificidad de las semillas de cáñamo cómo:
- Semillas sanas, limpias y bien conservadas de las distintas variedades de la especie vegetal Cannabis Sativa L con un contenido igual o menor a 1% de delta-9 tetrahidrocannabinol (THC).
El documento señala que:
- Las semillas de cáñamo no deberán contener restos de otras partes de la planta (hojas, tallo, etc)
- No deberán contener más del 0,5% de semillas dañadas y deberán estar libres de insectos vivos.
También ha fijado no más de 0,25% la presencia de material mineral y no más de 0,10% de insectos muertos, fragmentos o resto de insectos.
Es importante señalar que la resolución incluye en la Clasificación Arancelaria Aduanera (CAA) la denominada "harina de semilla de cáñamo", la cual proviene de la molienda de tortas de semillas de cáñamo debidamente autorizadas, y se categorizará como desgrasada o parcialmente desgrasada.
Asimismo, se ha añadido el aceite de semillas de cáñamo, obtenido de diversas variedades de semillas de Cannabis Sativa L, previamente autorizadas por la CAA.
Industria del cannabis en América Latina
La despenalización de la marihuana en varios países occidentales ha impulsado el desarrollo de una nueva industria centrada, especialmente, en el desarrollo de medicamentos con cannabidiol (CBD), un compuesto de la planta de cannabis que no tiene efectos psicoactivos y que ha generado gran interés debido a sus propiedades medicinales.
Pese al creciente interés en torno a las propiedades de la planta, la producción del cannabis en América Latina se encuentra todavía en una etapa inicial, y en muchas naciones se debate todavía su incorporación a los Códigos Alimentarios nacionales.
La nueva resolución aprobada en Argentina, no obstante, abre la puerta a nuevas charlas sobre la despenalización del cannabis en la producción industrial.