El neuromarketing es la aplicación de las técnicas de la neurociencia al marketing. Su objetivo es conocer y comprender los niveles de atención que muestran las personas a diferentes estímulos. De esta manera se trata de explicar el comportamiento de las personas desde la base de su actividad neuronal.
La finalidad de estas técnicas en marketing es buscar la eficacia en sus decisiones. Averiguar a qué estímulos las personas prestan más atención y a cuáles no influye directamente en el comportamiento de la persona. Lo que se trata en este sentido es de comprender más y mejor a las personas, nada más lejos que eso, nada de manipular en la cabeza de nadie.
En el neuromarketing se realiza una identificación de los estímulos, pero llegar a poder hacer predicciones sobre el comportamiento de las personas es algo más complejo. El cerebro de las personas no funciona como compartimentos estancos, sino que es algo más enrevesado.
Neuromarketing: las emociones y las compras
Actualmente, las marcas buscan estrategias para fidelizar a sus clientes, así como captar la atención de nuevos consumidores para generar relaciones duraderas en el tiempo. No se trata de comprar solo el producto, sino de sentir la marca como suya.
Las empresas que tienen éxito crean expectativas en los individuos y generan emociones mediante experiencias. Así, seducen a los consumidores haciéndoles cómplices sus relatos comerciales y llegando a sus corazones. Al generar cercanía con el cliente potencial de manera eficiente, aumentan sus posibilidades de vender sus productos.
Hacer marca no es únicamente idear un logotipo, un nombre o el uso de determinados colores. Una marca supone la creación de una identidad, de una personalidad, la creación y promoción de unos determinados valores que la hacen deseable desde un punto de vista emocional.
Branding emocional
Para Marc Gobé, autor del libro: “Branding Emocional”, el branding emocional es el conducto por el cual la gente conecta de forma subliminal con las compañías y sus productos de un modo emocionalmente profundo.
Sin embargo, el branding es solo un ejemplo de cómo se pretende llegar al consumidor a través de la generación relaciones afectivas, por lo que el concepto de marketing emocional no solamente incluye hacer marca a través de las emociones, sino que también implica la generación de sentimientos en sus productos que puedan crear un lazo entre el producto y el consumidor.
Es por eso que las campañas de publicidad refuerzan esta asociación entre redes neuronales, ya que son las que finalmente motivan la compra impulsiva de determinados productos. Un anuncio puede hacerte sentir más atractivo, más sofisticado o, por el contrario, te puede hacer sentir culpable para que te dejes dinero en caridad.
Te puede interesar: Neuromarketing: la neurociencia como herramienta del diseño de packaging