Cada año, más de 931 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura, a pesar de ser todavía aptas para el consumo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
Una de las principales causas de este desperdicio se debe a la confusión de las fechas de caducidad y consumo preferente indicadas en los productos.
Datos de la Unión Europa sostienen que hasta el 10% del desperdicio alimentario anual está asociado al marcado o etiquetado de fechas poco claras o incluso erróneas.
Según el Reglamento (UE) Nº 1169/2011:
- La fecha de caducidad indica hasta cuándo -día, mes y año- un alimento puede consumirse de forma segura, sin que represente un riesgo para la salud. Después de esta fecha, el alimento no debe consumirse.
- La fecha de consumo preferente se refiere al momento hasta que el alimento conserva sus propiedades óptimas en cuanto a sabor, textura y olor, pero después de esa fecha, el alimento sigue siendo seguro, siempre que se hayan respetado las instrucciones de conservación y el envase no esté dañado.
El problema radica en que, por lo general, ambas fechas son interpretadas de manera errónea por los consumidores, quienes suelen desechar alimentos en perfectas condiciones por miedo a intoxicarse.
Además, las empresas de la industria alimentaria no siempre aplican criterios científicos claros para establecer estas fechas, lo que genera una disparidad entre productos similares y dificulta que los consumidores tomen decisiones informadas.
BestDate y guías técnicas, una solución al fechado
El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha puesto en marcha una nueva aplicación, llamada BestDate, para ayudar al sector agroalimentario a reducir el desperdicio alimentario a partir de determinar qué fecha debe llevar un alimento envasado: "fecha de consumo preferente" o "fecha de caducidad".
La aplicación está dirigida a las empresas alimentarias, auditores, asesores y también a la autoridad del sector alimentario y funciona aplicando el árbol de toma de decisiones desarrollado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
La aplicación considera cuatro criterios principales:
- Normativa específica: La existencia de normativa específica sobre el tipo de fecha de marcado requerido.
- Condiciones de conservación: Si el alimento se distribuye y almacena en condiciones de congelación.
- Procesado y la manipulación: Cómo se ha procesado y manipulado el alimento.
- Características físico-químicas del alimento: Estas características determinan el comportamiento microbiano durante su vida útil.
Guía técnica de apoyo
Además de BestDate, el IRTA elaboró una guía técnica detallada que proporciona a las empresas alimentarias todo el proceso, paso a paso, para establecer la fecha de duración mínima de sus productos.
Este proceso se enfoca en identificar las principales causas de deterioro del alimento, la selección y planificación de estudios de vida útil, y la verificación periódica de las fechas establecidas.
¿Por qué es importante esta herramienta?
Si la fecha de marcado no está clara por parte del sector y la diferencia entre la fecha de “consumo preferente” y la de “caducidad” es difícil de interpretar por muchos de los consumidores, los alimentos no se gestionan de forma correcta y se pueden desperdicia, explica Maria Dolors Guardia, investigadora del IRTA y responsable del proyecto.
Puntualizó que ambas fechas están relacionadas con la calidad del alimento.
La fecha preferente indica hasta cuándo un producto sigue conservando la calidad nutricional y sensorial esperadas y establecidas por el productor de los alimentos.
En tanto, la fecha de caducidad del alimento está relacionada con la seguridad alimentaria porque indica hasta cuándo es seguro consumir el producto.
La investigadora informó que la aplicación es de acceso libre e interactiva y está disponible en catalán, castellano e inglés.
Uso de la herramienta
Maria Dolors Guardia explicó que cuando un profesional de una empresa del sector utiliza la aplicación BestDate, debe responder a 10 preguntas, siguiendo el árbol de decisión de la EFSA.
Las preguntas se agrupan en los cuatro criterios indicados previamente: normativa específica para el alimento, sus condiciones de conservación; así como su procesamiento y manipulación y sus características físico-químicas.
Por lo que el responsable de la aplicación BestDate debe conocer bien las principales características del alimento para ir respondiendo de forma correcta a los diferentes bloques de preguntas.
“BestDate primero pregunta si el producto tiene normativa específica sobre fechas de marcado. Si la respuesta es negativa, la aplicación pregunta si el alimento se distribuye y comercializa congelado. Si la respuesta es afirmativa, la aplicación da como respuesta “consumo preferente”, aclaró la experta.
De lo contrario, las preguntas continúan para conocer las condiciones de procesamiento y manipulación del alimento; finalmente, si fuera necesario, se pasa a las preguntas relativas al criterio de características físico-químicas del alimento.
El resultado final del proceso es la respuesta de si el alimento debe llevar fecha de caducidad o de consumo preferente.
Algo relevante de esta aplicación es que no propone una fecha o una durabilidad, ya que para ello se necesitan hacer estudios específicos, para conocer cómo evoluciona la calidad del alimento.
Todo ello “en función de las condiciones razonablemente previsibles a las que se encontrará sometido durante su distribución y comercialización”.
La especialista subrayó que las fechas de marcado deben establecerse mediante estudios de base científica y los criterios utilizados están documentados con estudios específicos.
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