De manera recurrente la nanotecnología se relaciona con desarrollos electrónicos, informáticos o a los materiales de última generación, también está presente en la industria alimentaria.
Aunque no parezca posible, en los envases alimentarios podemos encontrar nanotecnología que nos ayuda a hacer que nuestros alimentos se conserven durante más tiempo.
La nanotecnología abarca una serie de técnicas y ciencias en las que se estudian, manipulan y producen los materiales, sustancias y dispositivos entre 1 y 100 nanometros. Actualmente se encuentran nanomateriales o nanosustancias en dispositivos electrónicos, fármacos, materiales para diversas aplicaciones, e incluso en alimentos.
La nanotecnología en los envases alimentarios
Actualmente se ha visto un incremento en la demanda de envases con distintas características que suponen un reto a los fabricantes, como es el uso de la nanotecnología.
En el área de los alimentos este avance contribuye en abordar antiguos retos del sector como ampliar la vida útil, reducir los residuos, evaluar la seguridad y mejorar la calidad de los alimentos.
Ya que la nanotecnología es de gran ayuda dentro de la industria del envasado de alimentos para obtener un material de embalaje seguro, rentable y no tóxico. Además de prevenir la presencia de organismos infecciosos que podrían provocar intoxicación.
Los nanomateriales se definen como materiales con alguna dimensión en la nanoescala y estos se clasifican en tres categorías: nanofibras, nanopartículas y nanoplacas.
Tiene diversas áreas de aplicación tales como empaques, nanoelectrónica, biomédica, sensores de seguridad, textiles, cosméticos, y medicina, entre otros.
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Retos para el desarrollo de este tipo de envases
Para poder usar envases nanotecnológicos para envasar los alimentos es necesario que la legislación lo permita. Actualmente se está trabajando en darle un marco legal a todo este aspecto ya que existe cierto vacío.
Por lo tanto, no se permite utilizar ninguna partícula a nivel nanométrico que no se encuentre recogida en las listas positivas del Reglamento (UE) No 10/2011 sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos.
De acuerdo con AINIA, actualmente, tan solo una partícula se encuentra en dicho reglamento, el nitruro de titanio (TiN), y puede ser usada únicamente cuando no se detecte migración de nanopartículas en el alimento. Se usa tan solo en botellas de PET y en concentraciones superiores a 20 mg/Kg.
Entonces, al poder utilizar una determinada partícula en los envases alimentarios, es necesario seguir la investigación y centrarse en estudiar los posibles daños que puedan ejercer estas partículas a las células del cuerpo humano.
Y los efectos que pueden tener a nivel celular si estas partículas migran desde el envase al alimento y son consumidas por el ser humano.
Envases activos basados en la nanotecnología
Según el Centro Tecnológico, se están desarrollando sistemas de envasado activo y/o inteligente que permitan mejorar la protección y la trazabilidad de los alimentos.
Un envase activo es aquel que interacciona con el alimento o la atmósfera que lo rodea con el objetivo de aumentar la vida útil del alimento que contiene.
Además de mejorar sus propiedades organolépticas y su seguridad alimentaria, al mismo tiempo que mantiene la calidad del alimento. En este sentido, actualmente se está trabajando en el desarrollo de nanocompuestos funcionalizados con actividad antimicrobiana.
A diferencia del envase activo, un envase inteligente es el que monitoriza las condiciones del producto envasado y es capaz de aportar información sobre su calidad.
Evidenciando posibles mecanismos y/o prácticas “anormales” que hayan podido deteriorar el alimento y/o su envase durante las distintas fases de la cadena de distribución.
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La normativa de los envases con nanotecnología
En varios reglamentos la normativa europea hace referencia a los nanomateriales en la cadena alimenticia.
El Reglamento (CE) 1333/2008, sobre aditivos alimentarios, establece que cuando un aditivo alimentario ya esté incluido en una lista comunitaria y se produzca un cambio en el tamaño de las partículas mediante nanotecnología, se considerará un aditivo alimentario diferente y, antes de que se pueda comercializar. La EFSA tendrá que someterlo a una nueva evaluación.
Asimismo, el Reglamento (UE) 10/2011, sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos, especifica que las sustancias en nanoforma sólo se utilizarán si son autorizadas por la EFSA después de ser evaluadas caso por caso.
Por su parte, el Reglamento (UE) 1169/2011, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, establece que todos los ingredientes presentes en la forma de nanomateriales artificiales tendrán que indicarse claramente en la lista de ingredientes.
Los nombres de estos ingredientes tienen que ir seguidos de la palabra “crío” entre paréntesis. El término “nanomaterial artificial” se define como cualquier material producido intencionadamente que tenga una o más dimensiones del orden de los 100 nanometros.
Finalmente, el Reglamento (UE) 2015/2283, relativo a los nuevos alimentos, establece que, para garantizar un alto nivel de protección de la salud humana, todo alimento que contenga o consista en nanomateriales artificiales se debe considerar nuevo alimento.