Los embalajes o empaques de madera presentan un menor impacto ambiental en comparación con los envases de cartón ondulado, encontró un nuevo estudio.
Ello debido a que demostraron un mayor desempeño en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación, ecotoxicidad y huella hídrica.
Según información de la Federación Española de Embalaje de Madera (Fedemco), un metro cúbico de madera retiene alrededor de una tonelada de dióxido de carbono (CO2) y emite 700 kilogramos de oxígeno.
Sobre el argumento de que son un medio de deforestación, la entidad española destaca que para compensar esta actividad, la industria de embalajes de madera promueve el manejo sostenible de áreas forestales.
Ventajas del empaque de madera: Fedemco
El impacto ambiental asociado con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas en la producción de frutas y verduras frescas representa entre el 7 y el 54 por ciento de las emisiones totales, según el volumen y el mercado, destaca un estudio publicado en ScienceDirect.
Además, las emisiones relacionadas con el transporte de estos alimentos, que constituyen aproximadamente el 43 por ciento de las emisiones totales, también podrían ser altas, especialmente cuando dependen de fuentes de energía no renovables.
Por ello, un mejor manejo y elección del empaque podría ayudar a reducir el impacto ambiental, dada algunas ventajas de recurrir a empaques de madera que según la Fedemco, son:
- El transporte refrigerado de productos hortofrutícolas en embalajes de madera, ayuda a conservar mejor las propiedades de los alimentos transportados gracias a su resistencia.
- Destacan sus propiedades físicas y mecánicas, así como la protección que brinda al producto ante cambios en la temperatura, humedad relativa del aire y protección de posibles riesgos a los productos, por ejemplo, en caso de lluvia.
- Los embalajes de madera permiten una mejor gestión forestal sostenible y la economía rural, principalmente en los bosques mediterráneos de donde provienen las materias primas, principalmente pinos y chopo.
¿Cómo se realizó la investigación?
La investigación, realizada en colaboración por especialistas de consultora Géminis Tools y la Universitat Politècnica de Valènciaes, comparó los envases de madera y de cartón corrugado de un solo uso empleados para el transporte refrigerado de productos hortofrutícolas por carretera.
Mediante el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) se estudió y midió el desempeño del sistema de envasado necesario para almacenar y transportar mil toneladas de mandarinas desde Valencia hasta Alemania, recorriendo una distancia de dos mil kilómetros en camión.
Para este análisis, se seleccionó el envase que cumple con la norma UNE 49051. Específicamente, se estudió el formato de base 300 x 200 mm, con capacidad para 2 kilogramos de carga.
El estudio abarcó una clasificación exhaustiva de todos los procesos productivos y logísticos en la cadena de valor de ambos tipos de envases, desde la obtención de materias primas hasta su disposición final.
Los datos fueron recopilados y corroborados por empresas líderes del sector, asegurando la precisión y representatividad de la información.
La metodología empleada incluyó un análisis completo de inventarios, recopilación y tratamiento de datos, y procedimientos de cálculo basados en estándares internacionales reconocidos.
Esto permitió una cuantificación y evaluación rigurosa de las entradas y salidas más relevantes del sistema del producto a lo largo de todo su ciclo de vida.
Los resultados
El estudio, realizado siguiendo las normas ISO 14044:2006 y 14040:2006 y utilizando la metodología ReCiPe 2016, evaluó varios aspectos del ciclo de vida de los embalajes de madera y cartón. Entre los resultados están:
- Potencial del calentamiento global. Los envases de cartón tienen un mayor potencial de calentamiento global que los envases de madera, debido fundamentalmente al mayor consumo energético que requiere el reciclado de papel y cartón frente a la madera.
- Consumo de agua. Respecto a la huella hídrica, esta categoría también está marcada por un mayor impacto de los envases de cartón frente a los de madera, debido al mayor consumo de agua en el proceso de reciclaje y fabricación de papel y cartón.
- Eutrofización del agua. En cuanto a la eutrofización de agua dulce y marina, el impacto es mayor en los embalajes de cartón respecto a los de madera, dado el uso de químicos necesarios para reciclar el papel y cartón.
- Acidificación terrestre. Los envases de cartón tienen un mayor impacto sobre la acidificación terrestre que los envases de madera por el uso de productos químicos en el proceso al reciclarse.
¿Por qué importa este estudio?
Este estudio proporcionó evidencia científica sólida sobre las ventajas ambientales de los envases de madera, lo que podría tener importantes implicaciones para la industria del embalaje y el transporte de productos hortofrutícolas, así como para las políticas de sostenibilidad en el sector.
Además, comprobó que estos envases tienen una alta tasa de reciclaje y valorización, un apoyo en términos de bioeconomía circular.
Adicionalmente, este enfoque está alineado con el Pacto Verde Europeo, que busca descarbonizar el sector de embalaje y logística.
La madera, como material natural y renovable contribuye a la lucha contra el cambio climático, según la Estrategia Forestal Europea 2030.
Una investigación publicada en ScienceDirect expuso que el aumento del comercio internacional, debido a la globalización, se ha hecho patente en el sureste de España, que se ha convertido en el principal exportador de frutas y verduras.
Los países de la Unión Europea, como Alemania y Francia, enfatizan la sostenibilidad y los impactos ambientales de estos productos.
“Por lo tanto, una mayor comprensión de las implicaciones ambientales del transporte de frutas y verduras entre su origen y su destino podría mejorar la sostenibilidad de esta actividad comercial”, indicaron los investigadores.
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