Foodwaste for Foodpack, una iniciativa de los Grupos Operativos de la Asociación Europea para la Innovación, avanzó con su meta de aprovechar los restos de las frutas y las hortalizas para transformarlos en un material para fabricar empaques a base de las fibras de estos alimentos.
- Con este desarrollo se podrán sustituir a los materiales tradicionales, como el plástico y la celulosa, para obtener material para el envasado de productos dentro de la industria agroalimentaria.
Este proyecto piloto, coordinado por el PackagingCluster, una asociación que reúne a más de 130 empresas catalanas dedicadas a la industria de empaque, se desarrolló en varias fases. Se realizó la selección de residuos de frutas y hortalizas generados por las empresas participantes.
El Centro de Investigación IRTA se encargó de recopilar la información necesaria sobre el proceso productivo para asegurar la calidad de los materiales a base de fibra obtenidos de estos residuos.
Enseguida, se llevó a cabo el pre-tratamiento de dichos residuos para obtener materiales fibrosos.
Durante este proceso se optimizaron las condiciones de procesamiento para garantizar la estabilidad del residuo y maximizar la eficiencia del material final.
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¿Cuál fue el resultado?
Un logro del proyecto, en colaboración con los grupos de investigación BIMATEC y LEPAMAP de la Universitat de Girona, fue desarrollar un material a base compuesto en un 75% por residuos de zumos de frutas y hortalizas.
Los desarrolladores investigaron sobre las aplicaciones de estos materiales como envases para el sector agroalimentario, identificando posibles usos y usuarios potenciales.
Al mismo tiempo, diseñaron diversas propuestas de envases primarios y secundarios, teniendo en cuenta las propiedades de los materiales desarrollados.
El resultado final del proyecto ha sido un prototipo de envase alimentario fabricado a partir del material fibroso derivado de los residuos.
Evalúan su uso ideal
El prototipo se sometió a una serie de pruebas para evaluar su uso ideal al entrar en contacto con los alimentos, su función como envase activo antifúngico y su aptitud para la investigación sensorial.
Foodwaste for Foodpack busca ser una alternativa sostenible al uso de materias primas vírgenes.
El logro de Foodwaste for Foodpack representa un importante paso hacia la economía circular en la industria agroalimentaria.
Al convertir los residuos en materia prima de alto valor añadido, el proyecto ofrece una opción sostenible al uso de materias primas vírgenes.
De esta manera y al escalar el proyecto piloto podría reducirse el impacto ambiental de toda la cadena de valor de la industria alimentaria.
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Empaques de fibras naturales
Los materiales dentro de la industria del embalaje se fabrican, generalmente, a partir de fuentes a base de petróleo o plásticos que se caracterizan por ser materiales no degradables.
Sin embargo, esto tiene un impacto negativo en la sostenibilidad y el medio ambiente.
Esta es una de las razones del por qué la industria demanda materiales menos invasivos para el ambiente, particularmente las que provienen de fuentes “más naturales”.
Una de las alternativas actuales es el uso de la celulosa y las fibras naturales. Estas están siendo cada vez más estudiadas como materias primas para su aplicación en la industria de alimentos y bebidas que requiere de empaques especiales, que ayuden a conservar en buen estado los productos.
“Dado que los envases a base de fibra son total o parcialmente reciclables y biodegradables, se ajustan al proceso de la economía circular, sería recomendable darles preferencia”, se lee en un artículo publicado en Taylor & Francis Research Insights.
Desarrollan material para empaque con maíz
Uno de los recientes avances es el desarrollo de películas nanocompuestas de nanopunto de carbono y almidón de maíz para aplicaciones activas de envasado de alimentos.
Investigadores de la Universidad de Corea, responsables de este proyecto, explican que la ventaja de este material consiste en brindar la protección adecuada contra la oxidación y la contaminación microbiana.
Esto permite prolongar o conservar por más tiempo la vida útil de los productos alimenticios. Si este desarrollo logra escalar, será una vía para ayudar a reducir el desperdicio de alimentos.
Otro estudio publicado en ScienceDirect indica que las películas de ácido poliláctico (PLA) elaboradas a partir de fibras de celulosa natural de brotes de palma tienen propiedades antibacterianas y antioxidantes.
Estas características permiten que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo y, al mismo tiempo, minimiza el riesgo de contaminación microbiana.
Una de las ventajas más destacadas de estas películas es su accesibilidad y bajo costo, lo que las coloca en el anaquel de opciones para los fabricantes de envases.
La incorporación de fibras de celulosa natural derivadas de brotes de palma en las películas de PLA también supone un avance en términos de sostenibilidad y costo-efectividad en el envasado de alimentos.
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