Las empresas de bienes de consumo empaquetados (CPGs o Consumer Packaged Goods) están acelerando su transición hacia empaques basados en plantas para reducir su impacto ambiental y responder a la demanda de los consumidores por soluciones más sostenibles, que cuiden al ambiente.
Este cambio hacia empaques derivados de recursos renovables se ha observado con soluciones como el bioplástico. Particularmente, la tendencia se está inclinando hacia los empaques o envases elaborados a partir de fibras naturales o plantas. Ello impulsado por la corriente “better for you, better for the planet” ("mejor para ti, mejor para el planeta").
Según un informe de Innova Market Insights, citado por Packaging Insights, las solicitudes o demandas sobre empaque basado en plantas han aumentado un 29% entre julio de 2019 y junio de 2024.
Algunas soluciones sobre empaques hechos con materiales naturales son los certificados por Forest Stewardship Council (FSC) con recubrimientos y tapas a base de caña de azúcar sostenible, un material totalmente reciclable. Otras más, integran envases elaborados en un 95% con plantas y 5% de aluminio.
También se han lanzado al mercado cápsulas de café elaborados a base de plantas y compostables. Estos integran un recubrimiento biodegradable que aprovecha el alginato, un derivado de las algas.
Los envases basados en plantas
Lisa Devlin, especialista de la firma Takeaway Packaging, explica que los empaques a base de plantas o plant-based están hechos de materiales naturalmente renovables derivados de plantas.
Algunos de los envases innovadores para productos alimenticios están hechos de materiales puramente vegetales, orgánicos, que van desde contenedores de bagasa hasta cubiertos de semillas de aguacate.
Este tipo de empaques o embalajes se demandan, en gran medida, dentro de la industria de alimentos, especialmente el utilizado en servicios de comida rápida.
Los envases de comida, desde cajas para hamburguesas y pizzas hasta envases para postres y helados, por lo general se dañan debido a la humedad, los aceites, las grasas y otros residuos contenidos en los alimentos.
Esta contaminación hace que los envases sean difíciles de reciclar de manera efectiva, lo que genera todo un reto, tanto para los consumidores como para las empresas dedicadas al reciclaje.
Una ventaja de los envases de origen vegetal es que se descomponen rápidamente en las condiciones adecuadas, ya que los microorganismos se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Esto contrasta con los envases de plástico, que tardan décadas en degradarse y terminan como microplásticos.
Algunas de las fibras naturales que se utilizan para hacer empaques:
1. Bagazo de la caña de azúcar
2. Cáscara de coco
3. Bambú
4. Algodón
5. Yute
6. Lino
7. Cáñamo
8. Palma
9. Trigo
10: Bagazo del maguey
Presiones del mercado y regulatorias
El cambio hacia empaques basados en plantas no solo responde a la necesidad de las empresas por mejorar su imagen, sino también a la presión por parte de los consumidores y las autoridades regulatorias.
Según un informe de Packaging Europe, el 71% de los consumidores globales están dispuestos a pagar más por productos que tengan un empaque más sostenible y natural.
Además, muchos gobiernos están implementando regulaciones que exigen a las empresas reducir el uso de plásticos no reciclables.
La Unión Europea ha establecido leyes que obligan a las empresas a reducir el uso de plásticos de un solo uso, y varios países como Alemania, Escocia, Inglaterra y Canadá, han adoptado políticas de incentivos fiscales para las compañías que utilizan materiales biodegradables o compostables en sus empaques.
El mercado de envases hechos a partir de plantas alcanzó un valor de 5.360 millones de dólares en 2023 y se espera que crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) del 9 % desde 2024 hasta 1932, según el informe de Global Market Insights.
Lisa Devlin añade que el público, en general, ha confiado en una infraestructura que apoya y fomenta el reciclaje, sin embargo, existe el riesgo del wishcycling.
El problema se ve exacerbado por la falta de comprensión de qué están hechos los envases de origen vegetal y cómo deben desecharse.
Wishcycling se refiere cuando las personas no colocan los materiales para su reciclaje en el bote o contenedor de reciclaje con la esperanza de que sean reciclados, aunque no sean realmente reciclables o apropiados para ese proceso.
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