Actualmente, los fabricantes de packaging están optando por materiales biodegradables en sus envases alimentarios, porque reducen el desperdicio y son menos nocivos para el medio ambiente comparados con los plásticos convencionales.
Ante la situación ocasionada por el uso de los residuos de envases de plástico, la industria comienza a tomar medidas que potencian el uso de materiales biodegradables y consiguen aumentar el uso de packaging para alimentos.
Las nuevas tendencias señalan que los consumidores están dispuestos a pagar un precio superior por envases con materiales biodegradables y le dan cada vez más importancia a la necesidad de utilizar envases biodegradables para alimentos.
- Es un hecho que los consumidores están cada vez más preocupados por la acumulación de residuos plásticos en el medioambiente, pues se estima que los plásticos representan el 20% del volumen total de residuos municipales depositados en vertederos. Además, la mayoría de estos residuos son envases diseñados para la industria alimentaria.
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Materiales biodegradables para envases de alimentos
Los materiales biodegradables para envases de alimentos son aquellos que pueden descomponerse por microorganismos en sustancias naturales como agua, dióxido de carbono y biomasa. Esto significa que no contaminan el medio ambiente como los envases tradicionales a base de petróleo.
Algunos de los materiales biodegradables más comunes para envases de alimentos incluyen:
- Almidón: Es un polisacárido que se encuentra en muchas plantas, como el maíz, las patatas y el trigo. Se utiliza para la elaboración de vasos, platos, contenedores y películas.
- Celulosa: Este polímero que se encuentra en las plantas es el principal componente de la madera y el algodón. Se usa para fabricar una variedad de productos de envasado de alimentos tales como cartones, cajas y etiquetas.
- Cáscara de plátano: Este residuo podría ofrecer un reemplazo al plástico a base de petróleo que se usa para envases de un solo uso, lo que ayudaría a la industria del embalaje a lograr su economía circular.
- Ácido poliláctico (PLA): Este bioplástico se fabrica a partir de ácido láctico y puede producir a partir de la fermentación de azúcares. El PLA se puede utilizar para fabricar una variedad de productos de envasado de alimentos como vasos, botellas y contenedores.
- Polihidroxialcanoatos (PHA): Los PHA son una familia de bioplásticos que se producen a partir de bacterias. Son útiles en la fabricación de diversos productos de envasado de alimentos como recubrimientos, películas y vasos.
- Cáscara de cacao: Es considerada un subproducto de la industria agroalimentaria con usos de escaso valor añadido como “abrigo” para proteger la plantación de hongos de suelo.
Beneficios de los envases de alimentos biodegradables
Más allá de contribuir en la reducción de emisiones de carbono, el uso de alimentos biodegradables con funciones de packaging tiene más de un solo beneficio:
- Reducción de la contaminación: Los envases de alimentos biodegradables pueden ayudar a reducir la cantidad de contaminación que ingresa al medio ambiente. Esto se debe a que se descomponen en sustancias naturales y no persisten en el medio ambiente como los envases tradicionales a base de petróleo.
- Conservación de recursos: Se pueden fabricar a partir de recursos renovables, como plantas y bacterias. Lo cual ayuda a conservar los recursos no renovables, como el petróleo y el gas natural.
- Mejora de la calidad del suelo: Los envases de alimentos biodegradables pueden contribuir a mejorar la calidad del suelo. Esto se debe a que se descomponen en compost, que es un enmendador del suelo rico en nutrientes.
Diferencia entre materiales biodegradables y compostables
Un material compostable es aquel que, mediante un proceso deliberado y controlado, se biodegrada hasta convertirse en abono, CO2 y agua.
El compost obtenido en el proceso de compostabilidad es un abono orgánico muy útil para nutrir el suelo y que no contiene restos ni de microplásticos ni de metales pesados.
Otra de las diferencias entre compostables y biodegradables es que los primeros sí que tienen regulación.
- Según la norma EN-13432 de la Asociación Española de Normalización y Certificación, para que un material sea considerado compostable debe biodegradarse como mínimo en un 90% de su masa total en un periodo inferior a 6 meses.
Teniendo en cuenta lo mencionado, podemos decir que un material compostable siempre será biodegradable, mientras que un material biodegradable no tiene por qué ser compostable.
A pesar de los desafíos, los envases de alimentos biodegradables son una opción más sostenible que los envases tradicionales a base de petróleo.
Finalmente, a medida que la tecnología continúa desarrollándose y la producción aumenta, se espera que el costo de los envases de alimentos biodegradables disminuya. Esto los convierte en una opción más atractiva para las empresas y los consumidores que buscan reducir su impacto ambiental.