Los envases de cáscaras de cacao, buscan ser una solución de bioreciclaje hechas de fibra de celulosa sin blanquear y eliminan la necesidad de colorantes.
El especialista británico en packaging, James Cropper en conjunto con Barry Callebaut, desarrollaron envases hechos de cáscaras de cacao, gracias al uso eficiente y sostenible de las materias primas bajo el enfoque de que si la cáscara protege al fruto también puede servir para proteger el producto final.
Por cada tonelada de pasta de cacao que se recoge en las plantaciones se han venido desechando 10 toneladas de residuos de cáscaras. Con esta innovación se podrán reutilizar como papel las casi 3.5 millones de toneladas de cáscaras de cacao producidos cada año.
Esta solución de bio-reciclaje aprovecha de dos formas la cáscara de cacao. Por una parte se constituye en fibra junto a la masa de fibra de celulosa sin blanquear en una proporción de 1:10. Por otra parte, elimina la necesidad de colorantes gracias a su tonalidad marrón claro.
El proyecto nace de los esfuerzos de Barry Callebaut para reducir su impacto medioambiental y ha sido liderado por James Cropper, uno de los líderes en la fabricación de papel para packaging.