Los péptidos generados durante la digestión gastrointestinal por hidrólisis química o enzimática de las proteínas o durante la elaboración de alimentos, pueden ejercer un efecto beneficioso para alguna función corporal del individuo, lo que sugiere su uso potencial como ingredientes de alimentos funcionales para promoción de la salud y la reducción del riesgo de enfermedad.
Los alimentos funcionales contienen uno o más ingredientes que afectan positivamente a determinadas funciones del organismo y pueden estar presentes en el propio alimento no elaborado o añadidos como refuerzo. Independientemente de los beneficios atribuidos a los alimentos funcionales, estos nunca suplen sino complementan unos hábitos dietéticos saludables.
Algunas actividades beneficiosas sobre el organismo de los péptidos bioactivos, como la antihipertensiva, la hipocolesterolemiante, la antioxidante, la antimicrobiana y la inmunomoduladora, han sido investigadas durante los últimos años, así como las posibles fuentes alimentarias de péptidos bioactivos, sus propiedades funcionales, los mecanismos de acción y la biodisponibilidad de estos.
AINIA y su investigación
AINIA está explorando nuevas fuentes de proteínas para su integración en novedosos productos funcionales a través de estudios a gran escala de las proteínas de una matriz, lo que permite analizar cómo varían en diferentes condiciones.
Mediante la tecnología Ómica conocida como Proteómica, el centro tecnológico está analizando nuevas funciones “encriptadas” en estas macromoléculas, y su potencial aplicación en alimentos. También en fármacos, cosméticos, nutracéuticos o suplementos para deportistas, entre otros.
Las proteínas, a grandes rasgos, están formadas por unidades más pequeñas denominadas péptidos, que a su vez están constituidos por moléculas de menor tamaño que conocemos como aminoácidos. Diferentes composiciones de aminoácidos dan lugar a diferentes péptidos, estos, conforman distintas proteínas con una función concreta. Las últimas investigaciones de AINIA se dirigen hacia la búsqueda y caracterización de nuevos péptidos procedentes de nuevas fuentes proteicas.
Incorporación de péptidos bioactivos
En el área de la salud, sus aplicaciones se dirigen a nuevos productos destinados al cuidado y prevención de la salud, como los hidrolizados de colágeno o caseína. Por ejemplo, hacia el tejido conectivo, como los péptidos bioactivos de colágeno para mejorar la movilidad y reducir las posibles lesiones en las articulaciones al mejorar el bienestar de los cartílagos, tendones y ligamentos de los atletas.
También se han lanzado productos destinados a la salud ósea, péptidos de colágeno aglomerado producidos a partir de bovinos de alta calidad, son ultrabioactivos y ofrecen una mejor difusión y solubilidad, o los encaminado al tratamiento de inflamación tras la realización del ejercicio, con péptidos de origen vegetal que están científicamente probados para apoyar la recuperación del daño muscular y la inflamación producidos por el ejercicio.
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