El karité es un aceite vegetal que tiene una composición grasa muy similar al de la manteca de cacao. Es muy adecuado para mezclar con otras grasas vegetales y aceites como la palma y la manteca de cacao y tiene muchas propiedades funcionales que se pueden utilizar en diferentes aplicaciones alimentarias.
La demanda de manteca de karité registra una tasa de crecimiento anual compuesta de 6.27% por valor y 7.9% en volumen hasta 2024, de acuerdo con cálculos Bunge Loders Croklaan.
"Los ingredientes de karité se pueden utilizar en muchas aplicaciones alimentarias. En la comida se utiliza principalmente para la industria de confitería y panadería. Su uso más común es como ingrediente equivalente de manteca de cacao (CBA) utilizado en productos de chocolate. Pero también funciona bien en productos de panadería como hojaldre y pasteles ", explica Hans Omvlee, director de Cadena de Suministro y Comercio de BLC.
La manteca de karité es rica en triglicéridos y sustancias insaponificables, estas sustancias contienen ingredientes que actúan manteniendo la piel elástica y suave.
También tiene propiedades antioxidantes dado su contenido en vitaminas A, B, E y F ayudan a contrarrestar los efectos negativos de los radicales libres que son la causa del envejecimiento prematuro de la piel.
¿Qué hay de las certificaciones para el karité?
En los últimos años se ha considerado que la certificación del producto basada en criterios de calidad sería una forma de aumentar el valor de los productos de karité en beneficio de los productores primarios.
La trazabilidad a lo largo de la cadena de suministro y la atención al medio ambiente (como en la producción orgánica, biológica o a base de plantas silvestres) y a las cuestiones de equidad para el productor o comercio equitativo también aumentan el valor del producto.
En octubre de 2004 se organizó en el marco del proyecto un taller dirigido a representantes de los gobiernos, el sector privado y la industria de 16 países productores de karité del África subsahariana, con la finalidad de alcanzar un consenso regional sobre cuestiones técnicas relativas a la calidad del producto como base para establecer un sistema de certificación coherente en el ámbito regional y creíble a escala internacional.
La certificación de las nueces y la manteca de karité se basan no sólo en la forma en que se trate el producto durante la recolección y la elaboración posterior, sino también en el origen y procedencia y en otros aspectos de la producción que puedan añadir valor, como la producción orgánica, la equidad para los productores y el comercio equitativo.