La investigación para mejorar la textura, apariencia y sabor de la carne cultivada en laboratorio sigue avanzando.
Recientemente, investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) crearon un prototipo de carne cultivada híbrida usando una proteína llamada kafirina, que se extrae del sorgo rojo.
Este proyecto combina proteínas vegetales y proteínas celulares para desarrollar carne cultivada en laboratorio, específicamente carne de cerdo.
La carne cultivada se considera una alternativa prometedora para producir carne de manera más sostenible, ya que no requiere criar animales, sino que se cultivan las células en un laboratorio.
Además, requieren menos tierra, agua y emiten menos gases de efecto invernadero durante la producción.
Sin embargo, para que las células crezcan correctamente, necesitan un "andamiaje" que las sostenga y las guíe en su desarrollo.
El andamiaje se refiere a una estructura que proporciona soporte físico a las células cultivadas en laboratorio para que puedan crecer, desarrollarse y organizarse de manera adecuada.
De que se trata la investigación
El estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, los científicos observaron que los pigmentos rojos del sorgo le daban a la carne cultivada un color similar al de la carne de cerdo y algunas propiedades antioxidantes.
Por lo que Linzhi Jing y sus colegas del Instituto de Investigación de la Universidad Nacional de Singapur utilizaron la kafirina, una proteína que se encuentra en el grano de sorgo, como un andamio insoluble en agua y sin gluten para cultivar prototipos de carne de cerdo cultivada.
Con la kafirina extraída de la harina de sorgo rojo, el equipo de investigación utilizó cubitos de azúcar sumergidos en una solución de kafirina para crear un andamio proteico poroso en 3D.
Las proteínas se unieron a los cristales de azúcar, que luego se disolvieron con agua, dejando una estructura de soporte en forma de cubo.
Para crear el prototipo de carne cultivada, Jing, Huang y sus colegas añadieron células madre de cerdo al andamio.
Después de 12 días, observaron que las células se habían adherido fácilmente a la kafirina y se estaban diferenciando en células musculares y de grasa de cerdo.
Ventajas de la kafirina
En comparación con la carne de cerdo cruda y magra, el cerdo cultivado contenía más proteínas y grasas saturadas, y menos grasas mono y poliinsaturadas.
“Este estudio destaca el potencial de la kafirina como material de andamio prometedor para la producción de carne cultivada”, se lee en el reporte.
Sin embargo, debido a que las proteínas estructurales del sorgo eran tan estables, la textura y el color de la carne cultivada cambiaron muy poco después de hervir, haciendo que las versiones crudas y cocidas se vean similares.
Los investigadores destacaron que se necesitan estudios y más investigación para optimizar el perfil nutricional y la textura de la carne de cerdo cultivada.
Aunque destaca que han demostrado las ventajas de la kafirina como material de andamio para fabricar productos cárnicos cultivados.
Este descubrimiento es relevante porque las proteínas comúnmente utilizadas, incluyendo el gluten de trigo, la proteína de guisante o arveja y la proteína de soja, pueden no ser apropiadas para personas con intolerancia o alergias al gluten.
El millonario mercado de carne cultivada
El mercado mundial de carne cultivada se estima alcanzará un valor de 2 mil 200 millones de dólares en 2024, con un crecimiento que lo llevará a 229 mil millones de dólares en 2050.
Estos montos representan una tasa compuesta anual de crecimiento (CAGR) del 30.8% durante el este periodo, de acuerdo con un estudio de ResearchAndMarkets.com.
El informe señala que uno de los principales impulsores de este crecimiento es una mayor demanda de alternativas a la proteína animal.
Se prevé que la población mundial, que según estimaciones de la ONU alcanzará los 9 mil 800 millones de personas para 2050, aumente considerablemente la demanda de alimentos, especialmente de productos cárnicos.
Dado el impacto ambiental negativo asociado con la ganadería convencional —incluidas las altas emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua y la presión sobre los recursos agrícolas— la carne cultivada aparece como una alternativa más sostenible.
La carne cultivada, también conocida como carne de laboratorio o carne basada en células, se produce cultivando células madre extraídas de animales en un biorreactor con medios de cultivo celular.
Te recomendamos: Descubren nuevo sistema para producir carne cultivada sin suero animal