Buenos Aires (EFE) - En Argentina el 44 % de los niños y adolescentes sufre de “inseguridad alimentaria”, mientras que el 59,3 % recibe ayuda alimentaria del Estado, según se desprende de un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), que analizó datos entre 2010 y 2022.
“Los datos indican, que el derecho a la alimentación en el país es una deuda pendiente cuyo balance general es negativo y el mayor deterioro se registra en los últimos cinco años”, resume el documento elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.
Registraron que el peor momento fue durante la pandemia de la covid-19 de 2020, donde la situación arribó al 37.2 % de los menores, aunque en los 2 años posteriores mejoró el nivel de privación alimentaria afectó a un tercio de la población de niños y jóvenes en el segundo semestre del 2022.
De acuerdo con la publicación, un 31.4 % de los chicos argentinos vieron reducida su dieta alimenticia en los últimos 12 meses por problemas económicos en sus casas, entretanto el 12.3 % ha pasado hambre por no tener qué comer en el último año.
En este sentido, la asistencia estatal ha ido aumentando de forma progresiva de forma directa, por medio de comedores escolares y comunitarios e indirecta a través de tarjetas alimentarias, destinadas a comprar comida, y en 2020 aportaba los víveres del 46.5 % de la población de niños, pero en 2022 este número llegó al 59.3 %.
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Factores que impulsan el hambre en los niños
“Existe consenso entre los especialistas en torno a que estas ayudas directas e indirectas han sido claves en contextos como la crisis sanitaria y social del Covid-19, pero también es claro que se revelan insuficientes en un mercado laboral inestable, con elevado nivel de informalidad y crecientes niveles de inflación”, aclaró el informe.
Datos oficiales revelaron el viernes pasado que la inflación interanual de abril en Argentina llegó al 108.8 % y a un 8,4 % a nivel mensual, siendo el rubro de “alimentos y bebidas no alcohólicas” una de las categorías de mayor aumento, principalmente, en los productos cárnicos, lácteos y vegetales.
“En el segundo semestre de 2022, un niño en el 25 % más pobre registraba 17 veces más chances de estar en una situación de privación alimentaria por problemas económicos que un par en el 25 % superior”, agregaron
Además, remarcaron que esta situación se elevaba por encima del promedio en la población de niños y jóvenes del extrarradio bonaerense y ciudades de las principales áreas metropolitanas del país.
Los datos fueron recabados en aglomerados urbanos mayores a los 80 mil habitantes de Argentina y se refieren a la población infantil aproximada de 4,816 niños, niñas y adolescentes de 5 mil 860 hogares en más de una veintena de ciudades.
Foto: EFE/César De luca
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