Bangkok (EFE) - Ya sea en los restaurantes más renombrados o en escondidos rincones de las callejuelas de Bangkok, el pad thai se convirtió en la carta de presentación de Tailandia al mundo. Pero pese a la sonada fama, el concepto actual de este icónico plato de fideos fritos es reciente y en las explicaciones de su origen se mezclan mitos y la historia del país.
Con su mezcla de ingredientes y texturas, además del equilibrio entre dulzura, acidez, salado y picante, el pad thai conquistó los corazones de los amantes de la gastronomía dentro y fuera de la nación asiática.
Lo que pocos saben es que se trata de un plato contemporáneo que, en cuestión de décadas, ha logrado figurar oficialmente entre los vocablos del diccionario de Oxford (2022), formar una legión de entusiastas alrededor del globo y convertirse en una suerte de comida reconfortante para los tailandeses.
"Creo que hoy podemos decir que el pad thai es uno de los platos tradicionales de Tailandia" y pienso "que le gusta a tanta gente porque es un plato complejo en sabor pero sencillo de comer", dice a EFE Nui, nacido y criado en Bangkok.
La procedencia exacta del plato más famoso de Tailandia es incierta, pero cuenta la leyenda que fue intencionalmente creado en la primera mitad del siglo XX por el entonces mandatario Phibun Songkhram, enmarcado en una serie de reformas con el objetivo de promover y afianzar la imagen del país internacionalmente.
Otra de las versiones asegura que el manjar es producto de un concurso gastronómico organizado por el Gobierno a fin de crear el auténtico "plato nacional tailandés".
Sin embargo, no hay "evidencias históricas" que sostengan dichas leyendas y la "historia de que Phibun es el inventor del pad thai es, en realidad, un mito", explica en una entrevista con EFE la antropóloga Nattha Chuenwattana, experta en estudios de gastronomía y cultura.
"Phibun lo que hizo fue un esfuerzo para que la gente pasara a comer, producir y consumir más fideos en general, porque creía que eran algo barato y nutritivo que iba a ayudar a que fueran más sanas", cuenta.
Ello porque el gobernante, que estuvo al mando del país entre 1938-1944 y 1948-1957, fue el responsable de una serie de reformas políticas, económicas y de costumbres con el objetivo de "modernizar" Tailandia y crear una identidad nacional.
Estas reformas incluyeron una nueva Constitución e incluso el cambio de nombre del propio país, que pasó de Siam a Tailandia. En el ámbito social, Phibun incentivó una brusca transformación en la dieta de los tailandeses, a fin de reducir la dependencia del arroz y promocionar "ciudadanos más sanos" que llevarían a un "país más fuerte", destaca Nattha.
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Fideos en tiempos de penuria
A eso se suma los tiempos de penuria que azotaban a Tailandia en los primeros años de la década de 1940, sumida en una tormenta perfecta que combinaba los impactos de la Segunda Guerra Mundial, una de las peores inundaciones jamás registradas y la consecuente escasez de cultivos, entre ellos el arroz, buque insignia del país.
"Se fomentó entonces el consumo del Kuay Tiew, que son los fideos, y que hoy no podemos ignorar el hecho de que componen un plato muy famoso y popular que, en Tailandia, se ha convertido en una comida reconfortante, sostiene la experta.
Con el paso del tiempo, el resto se hizo historia y el mito se hizo realidad.
"Se creó el mito y ahora la gente, e incluso Google, dice que Phibun inventó el pad thai, lo cual claramente no es verdad" pero "ahora ya es demasiado tarde", agrega entre risas.
Si bien su origen permanece incógnito, lo que sí es cierto es que el pad thai se ha alzado como la vitrina de Tailandia para el mundo con su peculiar mezcla de salsa de tamarindo, tofu, limón, gambas secas, huevos y azúcar, acompañada por una crujiente ración de cacahuete y brotes de soja.
"La combinación es muy graciosa, innovadora y riquísima. Vengo a menudo a Tailandia y, cada vez, disfruto de por lo menos un pad thai por día", afirma a EFE el surcoreano Ye Chan Kang.
A un ritmo considerablemente más lento, el plato de fideos fritos igualmente ha logrado un hueco en el corazón de los tailandeses, pese a la resistencia inicial -sobre todo entre las generaciones más mayores- de considerarlo como un símbolo nacional del país.
"Lo consumo muy a menudo porque mi abuela solía preparar mucho pad thai cuando era niña y eso me trae buenos recuerdos", señala a EFE la joven Angun, de 22 años.
Foto: EFE/EPA/Narong Sangnak
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