Cali - Colombia (EFE).- La Cumbre de Naciones Unidas de Biodiversidad COP16 finaliza oficialmente este viernes en la ciudad colombiana de Cali, que durante las últimas dos semanas ha sido anfitrión de las discusiones de las partes.
Aunque las negociaciones en este punto están empantanadas y no se perfila consenso en los principales temas, por lo que la reunión podría alargarse unos días.
Las últimas jornadas, como es habitual, se han alargado las negociaciones hasta pasada la medianoche, pero no ha trascendido ningún principio de acuerdo en los dos temas más engorrosos:
- Financiación y movilización de recursos
- Uso y beneficios de las secuencias de información genética
Las discusiones en este punto se están llevando a cabo a puerta cerrada, por lo que las organizaciones, expertos y observadores no conocen con exactitud los progresos, aunque apuntan que algunos países han endurecido sus posturas.
Lo que dificultaría el consenso final, y en los pasillos ya se adelanta que podrían extenderse las negociaciones hasta mañana.
Hasta el momento se han conocido pocos acuerdos, uno de ellos consiste en la aprobación del plan de trabajo del artículo 8J del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, el cual hace referencia a la participación de pueblos indígenas y comunidades locales, aunque reclaman la aprobación de órgano subsidiario al que se oponen Rusia e Indonesia y del que todavía no se sabe nada final.
Por lo que se prevé que el día de hoy sea una actualización constante, con todo el mundo pendiente de los posibles acuerdos, que se materializan en la publicación de textos, a los que lleguen los países, pero sin saber a qué hora se producirán.
Lo que se suponía que se debía lograr en esta COP era establecer un plan de acción claro para:
- Conseguir 200 mil millones de dólares para 2030 destinados a conservación de biodiversidad y cómo canalizar estos recursos
- Presentar los planes de acción nacionales -solo 44 de 196 países los han presentado-
- Tener un sistema de beneficios por el uso de recursos genéticos
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La COP16 de Cali
Más allá de las negociaciones, esta ha sido la COP de Biodiversidad más grande celebrada en su historia, incluso a los niveles de la Cumbre de Cambio Climático, la más conocida y que se celebra cada año, tal como han resaltado en diversas ocasiones desde el propio Convenio de Diversidad Biológica (CDB), encargado de esta reunión.
La Zona Azul ha sido el centro neurálgico de las negociaciones y las reuniones políticas, pero la Zona Verde ha batido récord de asistencia y ha logrado convertir a Cali en la "sucursal de la biodiversidad", con actividades constantes relacionadas con la naturaleza y como un espacio de incidencia política para la sociedad civil, pueblos indígenas y afrodescendientes.
Por otro lado, Colombia ha logrado poner en el debate algunos temas relevantes para el país como el reconocimiento de los afrodescendientes y la Coalición Paz con la Naturaleza, a la que se han sumado 22 países, 40 organizaciones mundiales y cerca de 80 mil personas.
Asimismo, los sistemas alimentarios y dietéticos han sido un punto central en la COP16, abarcando sistemas de producción resilientes, comercio, transiciones dietéticas y concienciación de los consumidores. Y es que este enfoque es fundamental: “Los sistemas alimentarios tienen un papel central que desempeñar en las discusiones de la COP16 centradas en la implementación de la Meta 16 del GBF para reducir la pérdida de biodiversidad impulsada por el consumo, que contribuye a la degradación del hábitat, el agotamiento de los recursos y las emisiones”.
También, en la COP16, las discusiones se han centrado en traducir los principios de bioeconomía de alto nivel del G20 (sostenibilidad, circularidad e innovación) en marcos prácticos que equilibren la protección de la biodiversidad con el uso sostenible de los recursos. Las regiones tropicales de América Latina se destacan como estudios de caso vitales para las iniciativas de bioeconomía, particularmente en las cadenas de valor de productos forestales no madereros. Tales discusiones resaltan la necesidad de enfoques bioeconómicos inclusivos y centrados en la biodiversidad que atiendan a las comunidades locales.
Así, la COP16 ha marcado un punto de inflexión en la forma en que se aborda la biodiversidad a nivel mundial, y ha puesto de manifiesto un creciente reconocimiento de su papel en el logro del desarrollo sostenible.
Este 1 de noviembre finaliza, aunque las conversaciones podrían prolongarse si no se llega a un consenso. Se espera que las tendencias y los compromisos que surjan guíen los esfuerzos en materia de biodiversidad a nivel mundial en los próximos años.
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