Bruselas (EFE). La Unión Europea (UE) y 30 países costeros de Europa, África, Asia y Oceanía cerraron este viernes un acuerdo para hacer más sostenible la pesca de atún en el Océano Índico, que obligará a que en 2030 sean biodegradables todos los dispositivos de concentración de peces (DCP) que se usan para atraerlos y capturarlos, pero que luego quedan a la deriva.
El acuerdo, alcanzado en Bali durante la reunión anual de los países miembros de la Comisión del Atún del Océano Índico, implica la eliminación gradual de los materiales de estos DCP que no sean reciclables, a fin de que en 2030 todos sean biodegradables, según detalló en un comunicado la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario celebró el pacto alcanzado, que llega después de tres años de negociaciones, y destacó que está basado en una propuesta de la UE, que participa en bloque como miembro de esta Comisión del Atún del Océano Índico, una organización donde, bajo el paraguas de Naciones Unidas, los gobiernos de 30 países (y la UE) regulan la gestión de la pesca del atún en esas aguas.
En el acuerdo, igualmente quedan prohibidos de forma inmediata todos los dispositivos de concentración de peces, también llamados 'plantados', que no tengan ni un solo material biodegradable, e introduce la creación de un registro de DCP para mejorar el control de esta práctica pesquera.
Compromiso por la pesca sostenible
Los países se comprometen a reducir en 225 el número máximo de plantados que pueden acabar a la deriva por cada buque pesquero, aunque esta obligación no entrará en vigor hasta el año 2028, y se alcanzará de forma progresiva.
De entrada, se reducirá de los 300 DCP actuales que pueden ir a la deriva hasta los 250 en 2026, hasta alcanzar los 225 en 2028, lo que supone el tope más bajo jamás adoptado por una organización regional de ordenación pesquera, como es el caso de la Comisión del Atún del Océano Índico, según remarcó Bruselas.
Los DCP que usan en alta mar los buques de pesca industrial suelen ser flotantes y quedan a la deriva tras usarlos, aumentando así la cantidad de residuos en el mar, mientras que los pescadores de localidades costeras tienden a usar plantados anclados que se encuentran más cerca del litoral, explicó la Comisión Europea.
Con todo, la UE lamentó que el acuerdo no incluya su propuesta de decretar un mes de cierre para la pesca en el Océano Índico, lo cual, considera el Ejecutivo comunitario, hubiese ayudado a recuperar las poblaciones de atún patudo y de atún de aleta amarilla (también conocido como rabil), que actualmente están sobreexplotadas, según dijo Bruselas.
Aparte de la UE, los países miembros de la Comisión del Atún del Océano Índico son Australia, Francia, el Reino Unido, Bangladés, China, Comoras, la India, Indonesia, Irán, Japón, Kenia, Corea del Sur, Madagascar, Malasia, Maldivas, Mauricio, Mozambique, Omán, Pakistán, Filipinas, Seychelles, Somalia, Sudáfrica, Sri Lanka, Sudán, Tanzania, Tailandia y Yemen.
Seguro te interesa: La pesca sostenible: un desafío para el futuro de la industria alimentaria