Hoy 2 de mayo se conmemora el Día Mundial del Atún, este día subraya la importancia de una gestión pesquera sostenible y de conservación para evitar que las poblaciones de atún se reduzcan peligrosamente. Además, se reconoce el papel fundamental de este ejemplar en el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria, la economía y los medios de vida de las personas de todo el mundo.
El atún es un alimento con alto contenido nutrimental, ya que su carne es rica en Omega-3, contiene minerales, proteínas y vitamina B12, entre muchas otras bondades. Lo cual lo convierte en uno de los peces más amenazados ante el exceso de demanda. Según las últimas estimaciones, el 33,3% de las poblaciones de las siete especies principales de atún están explotadas a niveles biológicamente insostenibles.
Por esta razón, en diciembre de 2016, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó esta celebración cada 2 de mayo (resolución 71/124). Así, 2017 se convertiría en el primer año de concienciación relativa a esta especie marina.
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La importancia económica y alimenticia del atún
El atún y las especies afines tienen una gran importancia económica y son una fuente significativa de alimentos. Comprenden alrededor de 40 especies presentes en el Atlántico, el océano Índico y el Pacífico, así como en el Mediterráneo. La producción mundial de estas especies ha crecido constantemente desde menos de 0.6 millones de toneladas en 1950 a más de 6 millones de toneladas.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señalan que el consumo de pescado comestible aumentó significativamente. De igual forma se prevé que alrededor del 31% de la producción pesquera total se exporte en 2030 (el 38% si se incluye el comercio en la Unión Europea) en forma de productos diferentes destinados al consumo humano o para fines no comestibles, comercializados en diversas fases de la elaboración.
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