De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (Ensanut), en México 20% de niños de 2 a 5 años padece algún tipo de desnutrición; y 14.2% tiene baja talla para su edad. Por lo que la desnutrición crónica continúa siendo el principal problema de nutrición entre los preescolares.
Este indicador aumenta 20% en las regiones Pacífico-Sur (Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla) y Península de Yucatán (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán).
En ese sentido, Quaker® y Un Kilo de Ayuda a través del programa Quaker Qrece pretende llevar este modelo integral a más niños mexicanos. Con el objetivo de apoyarlos a recuperarse de la desnutrición leve y moderada para mejorar su calidad de vida.
El programa ha logrado importantes resultados en su primera década de funcionamiento, la meta para 2025 es ayudar a 35 niños en Latinoamérica. Por lo que se pretende seguir sumando beneficiados y ayudar a garantizar su buena nutrición gracias a la creación de un alimento especializado.
¿Qué es el alimento especializado?
Gracias a su expertise en la ciencia detrás de la avena, la marca expande el potencial de este grano y desarrolla un alimento especializado que contribuye a la nutrición infantil. Está elaborado a base de:
- grano de avena
- aceite oleico fortificado con 17 vitaminas y minerales
- cacahuate
- leche
- huevo
Estos nutrimentos son esenciales en la alimentación de poblaciones infantiles con alta prevalencia de desnutrición. La efectividad del programa está comprobada a través de diversos estudios clínicos.
“Este alimento especializado ayuda a prevenir la desnutrición moderada en preescolares o revertirla, incluyendo en cada porción los nutrimentos necesarios provenientes de diferentes fuentes para favorecer el crecimiento, promover la salud y potenciar el desarrollo cognitivo", explica Brenda Salgado, Directora de Nutrición de Quaker® para Latinoamérica.
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Un modelo para recuperarse de la desnutrición moderada
Este programa se suma al Modelo Integral para el Desarrollo Infantil Temprano (MIDIT), que es probado y liderado por la asociación Un Kilo de Ayuda, para incentivar el desarrollo neurológico y psicoafectivo, el desarrollo físico y comunitario en la primera infancia.
Todo esto con el objetivo de brindar información y herramientas sobre aspectos relevantes de salud, higiene y nutrición para mejorar los hábitos alimenticios en los hogares. Y que también permitan disminuir la probabilidad de recaídas de los menores que forman parte del programa.
“El 90% de los cuidadores nos informa que el programa ha transformado sus vidas. Han adoptado el programa de manera integral, incorporando diversas formas de consumir el alimento especializado, ya sea acompañándolo con licuados, cereales, leche, yogurt o avena”, finaliza Priscila de Anda, directora general de Un Kilo de Ayuda.