La leche de soya a menudo connota sostenibilidad ambiental entre los consumidores, pero las nuevas investigaciones de científicos de Reino Unido sostienen que su cultivo puede ser más perjudicial para el ecosistema que para los productos lácteos.
Un estudio publicado por la Universidad de Nottingham y el Sustainable Food Trust señala que este contraste se debe a la eliminación de vastas áreas de selva tropical para fines de cultivo de soya.
"Secciones del movimiento vegano han realizado campañas muy agresivas contra la ganadería lechera. Creemos que es maravilloso que la gente se sienta apasionada por estos temas y estamos de acuerdo en que el cambio es urgentemente necesario. El problema es que el cambio que buscan se basa sólo en la comprensión científica parcial y empeorará las cosas en lugar de mejorar" indica Richard Young, Director de Políticas del fideicomiso.
La ganadería puede desempeñar un papel integral en la preservación de las cadenas alimentarias. "Nuestro análisis de la evidencia nos sugiere que los animales de pastoreo son de suma importancia absoluta para los sistemas alimentarios sostenibles y que la hierba y los rumiantes son la única manera de restaurar el suelo degradado a escala, sin dejar de producir alimentos para los seres humanos", apunta Young.
Los números contra la soya
En dicho estudio se pudo calcular que las vacas pueden producir 85 litros de leche por cada kilogramo de soya que se alimentan en forma de pienso. En comparación, un kilogramo de soya puede producir entre 4.25 y 7.5 litros de leche.
Si se toma el valor del consumo total de leche en Reino Unido en el período 2017-2018, los autores del estudio calcularon que las vacas pueden producir 85 litros de leche por cada kilogramo de soya. En comparación, un kilogramo de soja puede producir entre 4.25 y 7.5 litros de leche.
Los argumentos como respuesta a la crítica
Toni Vernelli, integrante de la organización benéfica Veganuary, argumentó que el estudio fue erróneo al sugerir que la leche de vaca era más ecológica que la leche de soya. "La mayor parte del impacto ambiental de la leche de vaca proviene de las propias vacas, en el metano que belch y se tiran un pedo, no de los piensos que comen"
"Como tal, el verdadero impacto del metano del ganado es aproximadamente un 80% menor que el que sugiere la metodología del Grupo Intergubernamental de Empresas sobre el Cambio Climático . Además, mientras que el metano fósil eventualmente deja CO2 adicional en la atmósfera, los animales de pastoreo sólo reciclan metano atmosférico a través de la fotosíntesis y las plantas que comen” responde Young.