La industria alimentaria se encuentra en un proceso de transformación sin precedentes, impulsado por la creciente demanda de opciones más sostenibles, saludables y éticas. En este contexto, la carne cultivada y las proteínas alternativas se perfilan como soluciones clave para afrontar los desafíos de la producción convencional de alimentos de origen animal.
Además de la carne cultivada, las proteínas alternativas están ganando protagonismo en la industria alimentaria. Estas incluyen proteínas de origen vegetal, micoproteínas (derivadas de hongos) e incluso proteínas obtenidas mediante fermentación de precisión, una tecnología que permite producir proteínas idénticas a las de origen animal sin utilizar ganado.
El auge de la carne cultivada
La carne cultivada es un producto desarrollado a partir del cultivo de células animales en biorreactores. Este proceso permite obtener carne real sin necesidad de criar y sacrificar animales, lo que reduce significativamente el impacto ambiental y ético de la producción ganadera tradicional.
Uno de los principales beneficios de la carne cultivada es la disminución del uso de recursos naturales. Según diversos estudios, este método de producción podría reducir hasta en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de agua en comparación con la ganadería convencional.
Además, al cultivarse en entornos controlados, se minimizan los riesgos de enfermedades zoonóticas y la contaminación por patógenos como la Salmonella o el E. coli.
Empresas y centros de investigación en todo el mundo están avanzando en el desarrollo de carne cultivada a partir de distintos tipos celulares, incluyendo carne de res, pollo y pescado.
Países como Singapur han aprobado su comercialización, mientras que en Estados Unidos y la Unión Europea se están evaluando los marcos regulatorios para permitir su llegada al mercado.
Tecnología al servicio de la sostenibilidad
Recientemente, el Centro Tecnológico AINIA lanzó el proyecto MEAT4FUTURE se centra en tres áreas clave para avanzar en la producción de carne cultivada.
El proyecto trabaja en el desarrollo del ingrediente celular, investigando su seguridad alimentaria y optimización para garantizar su viabilidad en la producción.
También, aborda el diseño de andamiajes sostenibles, utilizando nuevos ingredientes que aporten valor nutricional y mejoren la textura del producto final.
Por último, se enfoca en el medio de cultivo, formulando soluciones que permitan un crecimiento eficiente en biorreactores y favorezcan la viabilidad económica del proceso.
Además, el proyecto abordará la escalabilidad de los procesos, un aspecto clave para convertir esta innovación en una opción viable a gran escala. Y la obtención de prototipos preliminares de carne cultivada con materiales modelo.
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