Sídney (Australia) (EFE).- El Parlamento australiano aprobó la noche del lunes una ley para prohibir la exportación de ganado ovino vivo a partir del 1 de mayo de 2028, con el objetivo de proteger a estos animales que se someten a largos trayectos marítimos hacia Asia y Oriente Medio.
En virtud de la ley, el Ejecutivo de Camberra anunció anoche que ofrecerá un paquete de ayuda de 107 millones de dólares australianos (más de 71 millones de dólares estadounidenses o 66 millones de euros) para la eliminación progresiva de estas exportaciones en los próximos cuatro años e impulsar los negocios de procesamiento de la carne.
"Las exportaciones de ovejas vivas por vía marítima desde Australia han caído en picado en los últimos 20 años", dijo el ministro australiano de Agricultura, Murray Watt, en un comunicado publicado anoche tras la aprobación en el Senado de la ley, tras el visto bueno de la Cámara de Representantes la semana anterior.
Al justificar la ley, una de las promesas electorales del primer ministro laborista Anthony Albanese; Watts remarcó que este sector está en "declive" por la "evolución de las cadenas de suministro" y actualmente representa menos del 1 % del sector agrícola del estado de Australia Occidental.
Según datos oficiales, las exportaciones de carne ovina ascienden a 4.500 millones de dólares australianos (2.989 millones de dólares estadounidenses o 2.784 millones de euros).
Exportaciones de carne ovina
Por su lado, el comercio internacional de ganado de a pie - principalmente a Oriente Medio y de Asia- representa solamente los 77 millones de dólares australianos (51 millones de dólares estadounidenses o 48 millones de euros), según el ministro.
Con la ley, Australia sigue los pasos de Nueva Zelanda, que realizó el abril de 2023 su último envío de ganado en pie o vivo por la vía marítima al extranjero antes de que entre en vigor la prohibición de este tipo de exportaciones para proteger su reputación mundial de país que protege a los animales.
Además, en febrero pasado, el Gobierno australiano se negó a exportar a Israel unas 14 mil ovejas y vacas que se quedaron varadas en un puerto del país oceánico cumpliendo una cuarentena después de que el barbo que transportaba recibiera la orden de regresar por la crisis en el Mar Rojo.
El barco MV Bahijah había zarpado desde Australia el 5 de enero rumbo a Israel cargado de unas 14.000 ovejas y 2.000 vacas, pero dos semanas después las autoridades del país oceánico ordenaron al navío regresar por el riesgo de ataques de los hutíes de Yemen contra barcos mercantes en represalia por la guerra en Gaza.
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