Ante los desafíos globales que suponen la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, la agricultura regenerativa surge como la alternativa para impulsar la producción de alimentos bajo métodos más sostenibles.
Esta práctica agrícola no solo busca mejorar la productividad de las tierras cultivables, sino también restaurar la salud de los ecosistemas y fomentar la resiliencia frente al cambio climático.
Según el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés), el costo económico oculto de no hacer nada para recuperar la salud de los suelos para lograr una producción agrícola realmente sostenible es de 10 billones de dólares al año, equivalente al 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
En contraste, el costo de transitar hacia enfoques regenerativos es mucho menor, pues se estima un desembolso de entre 250 a 430 mil millones de dólares por año.
“Más allá de salvar nuestro planeta, es una oportunidad de oro para que las empresas aprovechen nuevas vías e impulsen un cambio transformador en la alimentación y la agricultura”, indicó la WEF.
Esta urgencia coincide con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que indican que una de las principales causas de la degradación del suelo está relacionadas con actividades de deforestación y el uso excesivo de pesticidas inorgánicos, entre otras.
Bajo este enfoque, el documental “Regenerando nuestra Madre Tierra” busca que más compañías adopten estas prácticas y proyectos sostenibles en la producción agrícola de alimentos en beneficio de las próximas generaciones.
“Si hoy no cuidamos del suelo, si hoy no cuidamos de las maneras en que estamos haciendo agricultura, no va a haber manera de producir los alimentos que necesitamos”, resaltó Jean-Marie Gerbeaux, gerente regional de Abastecimiento en Grupo DANONE.
“Por ello, estamos convencidos que con este programa además de producir comida buena y saludable, construimos desde el campo y las comunidades locales toda una cadena de bienestar”, agregó el directivo.
Iniciativa regenerativa para el campo
Jean-Marie Gerbeaux explicó que a través del proyecto Madre Tierra se busca apoyar a los agricultores de fresa en Maravatío, Michoacán, promoviendo prácticas de agricultura regenerativa en la producción de fresa, uno de sus insumos más importantes del grupo empresarial que dirige.
Ello, sin dejar a un lado el uso de tecnologías para aumentar la productividad y rentabilidad de los cultivos, así como el impulso a la responsabilidad ambiental y a la producción de alimentos de manera sostenible.
Los esfuerzos de promoción han dado frutos. Actualmente una de cada cinco fresas que utiliza la compañía de alimentos lácteos en México, Estados Unidos y Canadá, provienen de este tipo de prácticas de agricultura regenerativa.
Desde que emprendieron esta iniciativa, hace cinco años, se han beneficiado a 2 mil 800 personas, otros 148 productores han recibido capacitación y 715 familias se han beneficiado al haber aumentado un 37% sus ingresos.
Ante los resultados, la empresa productora de alimentos lácteos, escalará esta propuesta para iniciar las pruebas piloto en otras regiones de México.
Madre Tierra es una iniciativa en la que participan diversas empresas, organismos de cooperación para el desarrollo y organizaciones sociales como Fondo Danone Ecosystem, Altex Nuup y TechnoServe, la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ).
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