París, Francia (© Agence France-Presse) - Agricultores a bordo de varios cientos de tractores acudieron el miércoles a París para participar en una manifestación de denuncia contra restricciones al uso de pesticidas y otras obligaciones que pesan sobre su sector.
Cerca de 500 tractores y más de 2.000 campesinos deberían desfilar desde el suroeste de la capital francesa hasta la explanada de los Inválidos en el centro de la ciudad, según la Fédération Nationale des Syndicats d'exploitants Agricoles (FNSEA), el sindicato agrícola más importante.
El desencadenante de la movilización es la decisión del gobierno francés, el 23 de enero, de renunciar a autorizar los insecticidas neonicotinoides para el cultivo de la remolacha azucarera, a raíz de una decisión del tribunal de justicia de la Unión Europea que considera ilegal cualquier excepción.
Los neonicotinoides, tóxicos para las abejas y prohibidos desde 2018, gozaban de una excepción desde hacía dos años. Esto permitía aplicarlos preventivamente a las semillas de remolacha para proterlass de la ictericia, una enfermedad viral propagada por pulgones.
Como usuario de neonicotinoides, no tengo la impresión de envenenar al mundo", comentó molesto Damien Greffin, cultivador y militante sindical.
Queremos mostrar al gobierno que no se pueden prohibir medios de producción sin alternativa", añadió otro agricultor, Cyril Milard.
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La Confederación Campesina, tercer sindicato del sector, no se unió a la protesta. En un comunicado, lamentó el rechazo de "cualquier avance ecológico".
La ambición de progreso social se enfrenta a las posiciones más reaccionarias y conservadoras", subrayó la organización considerada de izquierda.
La ONG medioambiental Generaciones Futuras recordó por su parte que los neonicotinoides eran "más tóxicos que el temido insecticida DDT", prohibido en los años 1970, denunciando prácticas "dignas de la agricultura de los años 1960, no de los años 2020".
En los últimos meses, las quejas en el mundo agrícola han sido múltiples sobre diversos temas. Los agricultores se han reunido en pequeños grupos en todo el país para denunciar el aumento de sus costos de producción debido a la subida de los precios de la energía y para reclamar el derecho a almacenar agua para regar sus cultivos.
Su última gran movilización fue el 27 de noviembre de 2019, cuando un millar de tractores desfilaron por la circunvalación que rodea París.
Los manifestantes ya denunciaban un endurecimiento de las normas relativas a la aplicación de plaguicidas sintéticos con la creación de zonas de "no tratamiento", franjas de pocos metros cerca de las viviendas en las que está prohibido recurrir a estas sustancias.
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