El gas natural renovable o biogás permite tratar residuos orgánicos-evitando la contaminación-, reducir emisiones de CO2 y facilitar el reciclaje de recursos críticos como el fósforo y otros nutrientes. Por ello, las plantas de biogás están llamadas a impulsar la economía circular en los próximos años en España.El biogás no debería ser identificado tan solo como una fuente de energía renovable. Compararlo con la energía eólica o la fotovoltaica puede llegar a minusvalorar otros muchos beneficios. Cuando las plantas de biogás se configuran bajo criterios de sostenibilidad aportan no sólo energía limpia y renovable sino muchos más beneficios que facilitan el desarrollo de la economía circular.
La manera de obtener el biogás es descomponiendo la materia orgánica en ausencia de oxígeno en reactores o digestores donde proliferan de manera natural miles de microorganismos que degradan progresivamente los residuos orgánicos liberando el biogás y un subproducto líquido denominado digerido. La tecnología de co-digestión anaerobia permite obtener biogás tratando residuos procedentes de actividades agroalimentarias como: subproductos de frutas y vegetales, de la carne o del pescado; así como las deyecciones ganaderas (estiércol, purines), lodos de depuradoras, residuos municipales. Aunque las producciones quizá no sean tan elevadas en términos energéticos como otras fuentes de energía renovable, contribuyen notablemente a la auto-suficiencia energética y a la garantía de suministro energética en zonas rurales con difícil acceso a redes.
Purificando el biogás se puede obtener un gas equivalente en composición al gas natural y que es denominado biometano. Incorporar el biometano a las redes de gas natural es una prioridad actualmente para el sector gasista en España como complemento sostenible.
Además, el papel que las plantas de biogás juegan en la reducción de gases de efecto invernadero o GEI es decisivo para la sostenibilidad y competitividad de muchos sectores agroalimentarios pero especialmente del ganadero y cárnico. Producir carne de manera sostenible ya no es una opción sino una inversión imprescindible para mantenerse en el mercado.
Por otro lado, el subproducto de las plantas de biogás conocido como digerido aplicado adecuadamente a los suelos agrícolas, constituye una forma sostenible de reciclaje de nutrientes de origen orgánico como el nitrógeno o el fósforo presentes en los residuos. No olvidemos que los nutrientes, especialmente el fósforo y el potasio, son recursos finitos en clara regresión, siendo cada vez más necesario buscar su recuperación a partir de fuentes alternativas.
Al respecto, Andrés Pascual, del departamento de medio ambiente, bioenergía e higiene industrial de AINIA, señaló : Si la digestión anaerobia y el biogás siempre han sido aliados de la mejora medioambiental y la sostenibilidad, en el futuro lo serán y de manera muy relevante de la economía circular y la bioeconomía.
En este contexto, los pasados días 27 y 28 de septiembre, AINIA organizó el curso Producción y uso de biogás y biometano dirigido a profesionales del sector del gas natural, energías renovables, gestión de residuos, industrias agrícolas, ganaderas, alimentarias y otras actividades productoras de residuos orgánicos, empresas del sector del agua y tratamiento de lodos de EDAR.
Entre otros temas, se trató sobre la contribución del biogás a la economía circular y la bioeconomía; los residuos habitualmente empleados para la producción de biogás; tecnologías de digestión anaerobia; usos del biogás y el biometano, aprovechamiento del digerido, y análisis de viabilidad económica). Además, se expusieron casos de éxito de plantas de biogás y biometano en España y se visitó la planta piloto de biogás de AINIA y dos plantas de biogás industrial de la Comunidad Valenciana.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico